Capítulo 39 Jamie

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Finales de febrero

– ¿Qué tal tu examen, Kat? – pregunté en cuanto salió de clase. Estaba esperándola en el pasillo.

–Genial – sonrió orgullosa – Las trescientas mil horas de biblioteca me han servido de algo.

–Así se habla – dije entrelazando su brazo con el mío – Y para celebrarlo nada mejor que una noche de películas con amigas y palomitas.

Una vez a la semana Hannah, Kiara, Kat y yo solíamos quedar para hacer algo juntas. Por separado nos veíamos más a menudo, pero con los horarios que teníamos cada una era complicado coincidir las cuatro, por lo que habíamos llegado a ese acuerdo. Noche de chicas una vez a la semana.

–Oh, dios sí. No sabes cuánto lo necesito, Jamie. Además he discutido con Colin y si estamos todas juntas no se atreverá a buscarme.

– ¿Es grave? – cuestioné mientras salíamos del edificio. Colin y Kat raramente discutían.

–No... Empezamos a discutir por una tontería, y al final acabamos diciendo cosas que no deberíamos. Me llamó histérica – confesó poniendo morritos – No te rías, Jamie – se quejó.

–Lo siento, lo siento – dije intentando controlar mi risa – Me esperaba algo peor, y me ha hecho gracia. No estoy acostumbrada a discutir por cosas así – dije sin pensar. Un silencio tenso nos rodeó, ninguna dijo nada más. Seguimos caminando por el campus calladas hasta que un mensaje de Hannah en nuestro grupo de Whatsapp preguntándonos dónde estabámos nos hizo hablar de nuevo.

Kat y yo seguíamos tan unidas como siempre, pero después de que Jay se fuera habíamos discutido. Entendía que defendiera a su primo, de verdad que lo hacía, pero no que me presionara para que fuera yo siempre la que diera el primer paso. Con Jay no podía hacerlo, era muy difícil hablar con él de temas que no quería hacerlo. Pero no por ser mi amiga, y tener tanta confianza podía decirme ciertas cosas. Kat insistía en que buscara a Jay, pero él era el que se había ido. Yo había mentido por él para que todo siguiera igual, y al final de qué había valido. De nada. Desde esa discusión, un par de días después de que Jayson se fuera, Kat y yo no habíamos vuelto a decir aquel nombre en nuestras conversaciones.

Mi cabeza rememoraba una y otra vez aquel día. Desde que se había bajado del coche y me había girado hacia él como si supiera que iba a aparecer justo en ese momento. En cuánto lo vi avisé en susurros a Alex de su presencia, y este me hizo reír, "estás deseando hacerle un buen reconocimiento" me había dicho mi amigo, el que por cierto ya se había ido, se encontraba en Washington. No me esperaba para nada que Jayson fuera a aparecer para irse de nuevo. Ninguno había dado el paso de llamar al otro después de su ingreso en el hospital, yo por orgullo y enfado, y supongo que Jay por una mezcla de vergüenza y no saber muy qué decir. Seguía sin entender sus motivos para irse, le había dado muchas vueltas, y no conseguía encontrar una razón de peso.

Habíamos conseguido que nadie se enterara de lo de su pelea con aquel tipo. Le había reprochado el haber tenido que mentir tantas veces por él, me había cabreado que después de todo huyera de aquella manera. Quise decirle tantas cosas, pero cuando me soltó que lo necesitaba, no pude decirle ninguna de ellas. Nos miramos, y supe que Jay ya había tomado su decisión. Me hubiera gustado preguntarle si al tomarla había pensado en mí, pero ¿para qué?

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Al fin me había decidido a sacarme el carnet de conducir, el examen teórico lo había aprobado en apenas un par de semanas. Conocía las normas, señales y todo lo que había que saber, por lo que solo había tenido que repasar un poco cada día para tener todo fresco en mi mente cuando llegó el momento. Había sido casi más difícil sacar tiempo para ir a hacer el examen, entre las clases de la uni, las de baile y los planes que surgían de un día para otro estaba hasta arriba.

Duele Amarte#2 Trilogía EDLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora