Encontrados.

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Nunca se había sentido más alegre; de hecho sus mejillas coloradas y ojos chiquitos, resaltaban la extrema felicidad que se apoderaba de su ser; con las pocas fuerzas que tenía carcajeo un par de veces, pero se vio interrumpida por una ronca tos, cayó en un sueño nuevamente.

-¿Q-Quiénes son ustedes?

Preguntó una muchacha de cabellos cortos color rosa, sus ojos, eran un poco más  oscuros; su piel pálida era adornada por un tierno rubor y sus labios finos surcaban una timida sonrisa; traía un vestido gótico, negro y blanco de mangas anchas con encaje, que le llegaba por el inicio de las rodillas terminando en una ancha falda y unos tacones bajos de charol negro.

Dentro de su alivio, sonrió; la sensación reconfortante de saber que tenían una leve esperanza, de que ellos pudieran ayudar; sabía que eran magos, sentía la magia que emanaba de ellos y recorría sus venas, estaban débiles y desnudos para el amenazador frío, sentados sobre la húmeda nieve alrededor de una casi extinta fogata, antes de decir algo, sacó de su mochila un par de mantas gruesas que virgo les había dado "en caso de".

-Mi nombre es Gray Fulbuster y al igual que mis compañeros Warren y Elfman, soy mago de Fairy tail.

A su lado derecho estaba Elfman que en su espalda cargaba una gran mochila, al izquierdo el mago de telepatía comunicaba a su amigos la nueva noticia.

Una joven entusiasta recibió lo que le ofrecía el de cabellos negros, ella, tenía la piel pálida y pecosa, ojos claros, muy claros, labios rosados y gruesos, su cabello caía en una cascada de ondas suaves color cobre, tenía un cuello largo y fino que parecia prolongarce a lo largo de su ser, ya que no tenía mucha delantera, vestía un "body suit" color caramelo un poco suelto y sus piernas largas culminaban en unos botines chocolate; bajo la mirada de los presentes repartió los cobertores.

-Que hayan venido es un milagro, nos hubieramos muerto de no ser por ustedes.

Agradeció, estaba tranquila, sus manos se movian con suavidad y no perdia la compostura.

-Quizás en otro tiempo podría tener un margen de duda, pero como dijo Lala, esto es un milagro.

Sonrió un chico, mientras temblaba, era pelirojo, de piel ligeramente tostada, sus ojos cerrados se enmarcaban en un par de cejas tambien rojas, de labios gruesos y pestañas largas; bajo la manta vestía solo una polera delgada de color blanco y unos pantalones sueltos color vino, calsaba unas zapatillas gastadas y húmedas.

-Queremos ayudarlos, tenemos un campamento cerca, ahí esta nuestro maestro y el resto de hadas sobrevivientes.

Con un deje de tristeza susurró el de la telepatía, mientras abría la mochila de Elfman, sacó unas bebidas y algunos alimentos, que después procedió a repartir.

-¿También los atacaron?

Preguntó un muchacho mientras golpeaba el suelo maldiciendo en voz baja, la ira agitaba su respiración y contraídas facciones; era de piel, ojos grandes y cabello trensado, todos de color oscuro, tenía una bufanda negra que le envolvia el cuello y parte de su rostro y un gorro grueso del mismo tono, una chaqueta  delgada color cielo y unos pantalones azules que hacian juego con sus botas de nieve.

-No es de hombres atacar hermandades.

Musitó en voz baja, el gigante; su mirada perdida en el vacio y esa frase que antes podría haber sonado ridícula tenía un trasfondo sentimental puro.

-Será mejor apurarnos.

Dijo Gray, con seguridad en su voz; la nieve que era parte de él lo miraba amenazante y cada paso que daba lo llenaba de una extraña energía.

"Buen día nieve, montañas y cielo; buen día a todos, amigos y familia; decía la pequeña Azuka, mientras refregaba sus ojitos entre los covertores que la tapaban, su naricilla rojita y mejillas coloradas, derretian mi corazón helado y es que este pequeño ángel llenaba mi alma de gozo y me atrapaba en una ilusión lejana a la situación actual"


Fairy tail, el corazón de pandora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora