Ya no daba más, las bolsas debajo de sus ojos reflejaban cansancio, su piel seca y manchada se fundía con algunas canas prematuras que alguna vez habían sido parte de un hermoso cabello rojizo, apoyada en el marco de la puerta dejo caer su mentón, un llanto rebelde la acomete, después de tanto tiempo sin llorar, entre lagrima y lagrima una idea se le asoma, como un regalo como el sol en invierno.
Fugaz, se dirige a su habitación, en busca de algo, entre sus enflaquecidas manos un gastado genero se deja ver, lo extiende sobre una mesa y en el deposita dos frutas, una botella de agua, un trozo de pan y un pedazo de queso, los envuelve ágilmente haciendo doble nudo en el extremo.
-¿Donde vamos mamá?
La voz de su hijo menor la saca de su trance, lo ve frágil y no puede evitar sentir angustia y culpabilidad.
-Tu hermana te llevara a un día de campo, será muy divertido ¿no crees?
Le sonríe, dejando lo que estaba haciendo para tomarlo de los hombros para que la mirara directamente a los ojos.
-¿Dejarías que mamá viera esa sonrisa por última vez?
Dentro de su ignorancia el niño sonríe, mostrando sus blancos dientes de leche.
-¿Mamá? me cantarías una canción
Ella le canta, con un hilo de voz cosa que el niño no nota.
-Miden, ¿Sabes que te quiero mucho?
El niño asiente, entre sus infantiles pensamientos no advierte una triste despedida.
-mucho.
Repite la madre, dándole un abrazo a la criatura.
-Ran es hora.
Le dice la mujer a su pequeña hija, con ella ya había hablado previamente y como era mayor ya entendía lo que se avecinaba, entre lagrimas toma la bolsa que su madre había dejado en la mesa y la pone en su espalda como en una mochila, agarra a su hermano de la mano y se dirigen hacia la puerta de madera que estaba frente a ellos.
-Gracias mamá.
La niña valiente y sin voltear abre la puerta, el sonido de las oxidadas bisagras se escucha en la silenciosa casa, la madre reprime la necesidad de ir y traer de nuevo a sus hijos, sabe que no debe hacerlo, al escuchar la puerta cerrarse se deja caer al suelo, con un desgarrador grito.
Los niños viajaron día tras día, buscando algo que les diera un brillo de esperanza entre tanto tormento, pero se encontraron con más que eso... El fiero rugido de una bestia resonó en el espeso bosque en el que estaban y un olor marino les lleno las fosas nasales, el pequeño pelirrojo se soltó de la mano de su hermana y se dirigió confiado al lugar donde momentos antes habían escuchado el bramido.
Su hermana sin saber que hacer lo siguió.
-¿Quién eres?
-Miden.
Ran sorprendida se escondió tras un árbol, para observar la conversación que su hermano mantenía con el escamoso animal.
-Yo me llamo Arime.
-Eres muy grande.
Le dijo el niño haciendo gestos con sus manos, a lo que ella rio.
-Soy un dragón.
Ran asustada apretó un par de llaves que colgaban de su cuello, ahora recordaba las palabras de su madre "En tu camino habrá alguien en el que podrás confiar, te darás cuenta en el momento, entrégale esto y se feliz", las predicciones de ella no se equivocaban nunca y eso era porque en el pasado había trabajado como maga.
-¿Quién es esa chica?
Pregunto la dragona, de atrás de el árbol Ran ahogo un grito.
-Es mi hermana.
-Pues dile que venga, que no muerdo.
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Habían pasado algunos días desde la llegada de la nueva miembro y la noticia del nuevo noviazgo en Fairy tail, pero la tensión se sentía, últimamente la rubia se notaba distante con su equipo, varias discusiones se formaban respecto a este tema, sus amigos querían indagar porque ella estaba así, pero ella simplemente los evitaba.
-¿Dónde te metiste anoche?
-Estuve en mi casa.
-Mientes
La atención se había centrado en una de las mesas del bar, ahí estaba el llamado "equipo más fuerte", los amigos de la pareja se estaban manteniendo al margen de la discusión, pero el tono de voz de Natsu y su mirada fría los tenia alerta.
-Ayer fui a tu casa y no estabas, fui por la mañana y tampoco.
El chico se había levantado con violencia de donde estaba sentado.
-Eso no te incumbe.
-Claro que me incumbe.
La chica se estaba levantando para irse, pero él la agarro con fuerza de la muñeca.
-Suéltame.
Una fuerte cachetada se escucho dejando a los presentes mudos; la mejilla de la maga comenzó a enrojecer y Natsu no cambiaba su expresión, Erza y Gray se iban a acercar al mago a golpearlo por lo que había hecho pero la voz del los detuvo.
-¡Estoy más que arto!
Le grito, mientras los ojos de la rubia se llenaban de lágrimas.
-¿Porque no confías en mi? ¿Por qué?
-Lo siento.
Le contesto la maga abrazándolo.
-Lo siento.
Repitió con un llanto desgarrador.
El Dragneel le correspondió y hundió su cabeza en el cuello de ella.
-Les diré, pero los necesito a todos.
Ya todos reunidos, la maga de su cinturón tomo doce llaves y las dejo encima de una mesa.
-De camino hacia aquí, me encontré con dos poderosos magos ellos querían esto; logre escapar de ahí apenas, ellos eran muy fuertes.
Suspiro y volvió a hablar.
-No los quería involucrar en esto, por lo que tenía planeado irme del gremio y enfrentarlos sola...
NOTA: No tengo perdón de Dios, por no haber subido capítulos pero aun así les daré un par de razones.
1. Esta semana entro de nuevo a clases, por lo que he estado comprando el uniforme, los útiles, etc :c
2. Es verano en mi país, por lo que mis amados padres u-u no permiten que me quede todo el día frente al computador: C
Ojala les haya gustado este capítulo: D nos leemos
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Fairy tail, el corazón de pandora.
FanfictionFAIRY TAIL Doce llaves que abren diferentes dimensiones, realidades; que contienen un poder inimaginable, con distintos nombres y espacios, pero ¿solo tienen diferencias entre si?, no; ellas tienen algo en común, ellas tienen la misma historia. (pau...