¿Su pasado?

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-Hermano...

Las imponentes puertas del gremio Fairy tail la invitaban a que pasara, no sabía si estar nerviosa, nostálgica o tener miedo a lo que se le avecinaba con tan solo poner un pie en el lugar; respiro hondo y empujo la pesada entrada.

Al parecer no se habían dado cuenta todavía de su presencia, cerró la puerta y se abrió camino entre los presentes buscando a alguien con la mirada.

¿Dónde estás? -se preguntaba-

Busco unos minutos más, se percato que alguien murmuraba tras su espalda, vio a esa persona una albina de ojos azules y vestido color burdeo.

Disculpa -le dijo- estoy buscando a alguien.

¿A quién buscas pequeña? -Le respondió con amabilidad- 

-A un mago, llamado Miden.

Ahí esta -Mirajane apunto a una mesa del fondo en donde dicho pelirrojo se encontraba con su pequeña amiga-

La castaña agradeció a la amable camarera y se dirigió hasta esa mesa, se paro justo en frente de él y lo miro un momento, estaba más grande, había madurado (físicamente); dejo escapar un par de lágrimas antes de lanzarse sobre él, abrazándolo.

-Te extrañe tanto.

Miden, en su cabeza no procesaba nada de información, había sido sorprendido por un repentino abrazo, por parte de una chica que ni siquiera le había podido ver la cara; separo un poco a la muchacha y vio su rostro, no pudo evitar llorar ante aquella misteriosa chica.

¡Ran! -exclamo- sigues igual de enana -volvió a gritar, pero esta vez de dolor, la castaña lo había golpeado-

Veo que nos crecido nada, sigues siendo el mismo niño -lo regaño Ran-

Cerca de ellos un par de magas del gremio se las daban de chismosas.

-Así que Miden tiene novia.

-Pero si estaba de coqueto no hace mucho tiempo con una camarera.

 Esto hizo enojar más a la pequeña joven.

Inmaduro -le dijo chasqueando la lengua-

Es mi hermana, idiotas -Grito el pelirrojo a las responsables-

Miden, no sabía que tenias una hermana pequeña -Le dijo sorprendida la albina menor, mientras el pelirrojo le hacia señas a esta misma para que se callara-

Te extrañe tanto hermana mayor -murmuro sudando Miden, parándose de su silla dispuesto a esfumarse del lugar, mientras su hermana tronaba sus nudillos-

Un "Idiota" colectivo se escucho por parte de los miembros del gremio.

Al anochecer se formo una gran fiesta, recibiendo a una nueva hada.

Al día siguiente:

El sol resplandecía y alimentaba los tiernos retoños que pronto florecerían, la suave brisa que entraba por la ventana jugaba en los cabellos dorados de una chica que se encontraba viajando en el mundo de los sueños; mientras un callado chico le acariciaba cariñosamente una de sus sonrojadas mejillas.

Lucy, despierta ya es tarde –habían pasado las horas, ya tenían que ir al gremio-

Pero ¿Qué hora es? –pregunto mientras refregaba sus ojos, estaba cansada-

Es tarde –repitió el muchacho sin darle una hora exacta-

Entiendo –dijo la chica, levantándose todavía un poco adormilada-

Por otro lado…

Un "debemos hablar" sonaba y sonaba en la cabeza del pelirrojo.

Las manos le temblaban mientras trataba de aclarar su garganta, la pequeña castaña estaba tratando de tranquilizarse mientras frente a ella su hermano la miraba impaciente.

Ellos están aquí... -Le susurro con la voz entrecortada, como reacción Miden se dejo caer en un banquillo que estaba detrás de el-

Los recuerdos lo llenaban otra vez, recuerdos que hubiera preferido borrar de su memoria.

-Miden no andes de travieso por ahí.

-Mamá, toca esa melodía otras ves.

-Trae a Ran a comer.

-Mamá por favor tócala –insistió, pero fue interrumpido por una fuerte cachetada-

-Perdóname, no lo quise hacer, perdóname Miden…

¿Por qué recuerdo ahora? -se decía así mismo-

-Solo actúa normal.

-Como digas...

Mientras  en un lugar desconocido.

Oye, presta atención, la rata ya entro en el gremio -Dijo un chico de unos veinte a veinticinco años, de piel muy pálida y cabello azabache; vestía una polera simple y unos pantalones rasgados, en sus pies tenía unas botas anchas a lo militar, lo único que resaltaba en la oscuridad de la noche, eran sus bellos ojos color ámbar; a su lado se encontraba un chico totalmente inexpresivo; sus ojos carecían de brillo, que al igual que sus cabellos eran de un tono violáceo, lo mantenía amarrado en una coleta alta ya que era muy largo; vestía una chaqueta de mangas anchas de estilo oriental, de color blanco y debajo de esta una polera simple de color negro al igual que los pantalones; calzaba unas sandalias simples-

No le digas así –contesto sin ninguna emoción en su voz-

Al parecer se está divirtiendo, que pasaría si – fue interrumpido por el callado chico-

Déjala, ella no es el objetivo –al parecer estaba un poco irritado-

Fairy tail, el corazón de pandora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora