¿Termino?

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La rubia exhalo aliviada, hace unos minutos ying se había ido y en su lugar una brillante llave se encontraba en el frío suelo, se agacho y la recogió con cariño.

-Creo que atacarlo es un error.

Dijo mientras guardaba el objeto en uno de sus bolsillos.

-¿qué?

Preguntó la maga de las mil armaduras, iba a acercarse donde la Heartfilia, pero Natsu la detuvo negando con su cabeza.

-Confía en ella, sabe lo que hace.

-Vayan al gremio, avisen que la misión se cancela; yo me encargaré del resto.

-¿Sola?

Dijo alarmada Erza, ya había perdido a su amiga una vez no lo haría de nuevo.

-Ella nos tiene a nosotros.

Contesto por su dueña el espíritu del averno, el gran can miraba serio a la pelirroja mientras asentía con sus tres cabezas.

-No se preocupen estaré bien, tengo a mis espíritus.

-Está bien.

Hablo Erza tratando de esconder su preocupación.

-Suerte.

Deseo para sí mismo el Dragneel, mientras veía como se alejaba su amada rubia.

Después de unos minutos caminando, la rubia miró a sus acompañantes y les dijo.

-Desde aquí seguiré sola.

El espíritu dudo en contestar, pero su amigo no lo hizo.

-Tengo hambre, venga vámonos Hades.

Hades sonrió, en eso Cerberos no cambiaba, aunque no lo pareciera el perro era muy sabio y si había lanzado ese comentario era por algo.

-Gracias por su trabajo, chicos.

Agradeció la rubia, mientras les sonreía; poco a poco los entes desaparecieron, pero antes de irse completamente Lucy escuchó.

-Ultima vez que te saco de un aprieto idiota.

-Cállate.

Ella rio y siguió su camino.

-Lucy... Lucy...

-Deja de hacer eso, mujer.

-Abre mi llave.

-Deberías dejar de hacer eso, si alguien me viera pensaría que estoy loca.

-Abre mi llave, solo debes decir mi nombre.

Insistió una suave voz.

-Atenea...

Dijo la rubia, mientras se sentaba en una roca; vio como se materializaba una majestuosa mujer, de rasgos bellos, tenía los ojos verdes, muy verdes -daban la impresión de que todo lo podían ver- su piel era blanca como la leche, unos labios finos y sinceros surcaban su rostro, era alta pero delicada, llevaba un casco de plumas rojas, un vestido tradicional de la antigua Grecia, una lanza y un escudo con el rostro de Medusa impreso -lo último era un antiguo regalo de Perseo, lo decía todas las veces que podía-

-Me necesitas Lucy.

Hablo serena, la Diosa de la razón.

-Sabes que me estresa que puedas meterte en mis pensamientos.

Divago la rubia.

-¿Vas a luchar o a quejarte?, Heartfilia.

Riño hostil la de la lanza.

Fairy tail, el corazón de pandora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora