𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 28

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Desde mi posición podía apreciar toda la belleza que irradia este hombre. Sus labios estaban entrecerrados y a pesar de que no me miraba por estar pendiente al camino. Sus ojos me parecían mas hermosos que cualquier otro día.

—Es raro

—¿A qué te refieres?

—Tu estas siendo bueno conmigo—Abrazo su cuello dejándome llevar por el momento

—¿Qué te hace pensar eso?

—No te lo diré—Se adentra a mi habitación para dejar descansar mi cuerpo en la cama

—Ahora ve a dormir. Tienes una fiebre bastante alta—Agarro su mano para evitar su ida

—No he terminado de hablar todavía—Su mano no soltó la mía y yo tampoco estaba dispuesta a dejarlo ir

Tomo asiento en un espacio de la cama bastante cercano a mí.

—Bueno. Hazlo

—Últimamente, siento como si mis sentimientos estuvieran alborotados por ti—Un estornudo hizo que mi mente se tambaleara evitando así poder continuar

No creo poder mantenerme mas despierta. Siento que mis parpados pesan a causa del sueño y cansancio.

Sentía como la mano de Kang se depositaba en mejilla con suavidad.

—Tu resfriado mejorara pronto—Podía ver como su rostro ahora estaba mas cercano al mío

—De verdad, ¿Crees eso...? —Deje cerrar mis parpados por instinto

—Entonces hago esto, solo porque estas enfermas

Un suave y delicado toque en mis labios hizo que terminara dejándome llevar por el cansancio.

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Pensé que estaría enferma por unos días, pero mejore rápidamente con las medicinas que me recetaron los médicos reales. Que alivio

Mis energías volvían a poner mi cuerpo en práctica. Y a mi mente viajo la idea de pasar por la oficina de Kang ya que desde hace algunos días no veía su presencia pasearse por ningún lado.

Su oficina no estaba siendo custodiada así que entre a hurtadillas. Era un fastidio esperar ser anunciada como si de una celebridad me tratase.

—¿Cómo te sientes? —Se había percatado de mi presencia, pero aun asi se mantenía pendiente a los documentos que estaba revisando

—Oh, estoy bien ahora

—Ya veo...

Su mirada me evitaba y su manera de tratarme era mas fría que de costumbre.

Esta claro que algo no esta bien. Acaso ¿Hice algo malo ese día? Recuerdo que me ayudo a llegar a mi habitación y después de eso... Ya no recuerdo nada más.

—El día en que enferme. Siento haber sido una verdadera molestia, porque lo fui ¿Verdad? —Me veía con algo de impresión, pero ninguna respuesta salía de el

Solo un suave carraspeo seguido de tos hizo que me alarmara

—¿Estas resfriado?

—No—Contesta con seriedad

—Bueno. Ahora estoy mejor y mi visita se da por cumplida, así que me despido—Ignoro su mal genio saliendo de la oficina con una sonrisa de "No me interesa que estés de mal humor"

Bueno la verdad si me afectaba un poco. Ya me había acostumbrado a tratar con un Kang más accesible y amable.

—Lady Lixue, el ministro Qiao Wu espera en sus aposentos—Deshi me saca de mis pensamientos tortuosos por la conducta que esta teniendo Kang conmigo

El inesperado final de la emperatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora