𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 29

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Sin discutirlo más. Iniciamos nuestra partida de ajedrez.

—¿Por qué no tomas algo de té?, Es muy bueno para el dolor de cabeza. Debo decir que últimamente mi cabeza me ha estado doliendo con todo el trabajo que tengo que hacer

—Debe ser por las asignaciones de presupuesto, ¿Cierto? —Mi pregunta lo toma por una sorpresa que rápidamente cambia por una sonrisa

—Tienes razón. Hay que reducir el presupuesto de la fundación en caso de desastre, o tendremos que aumentar los impuestos

Su rápido movimiento con el alfil me pone en defensa. Es mejor jugador de lo que creía...

—Incluso aunque reduzca el presupuesto de la fundación ¿Cree que todo estará bien? —Vuelvo a enfocarme en nuestra conversación

—No, pero no tenemos otras opciones

—Bueno, las estructuras provisionales que fueron creadas justo después de la ultima guerra han sido evaluadas y aun prevalecen

—¿Y? —Su atención parecía estar mas enfocada en mis palabras que en el mismo juego

—No se en realidad el porqué, pero el sistema sigue siendo regido por la familia Gao

—Si, estas en lo correcto

—La administración también tiene destinado un enorme presupuesto en cuanto a costos de mantenimiento

—Por supuesto

—De la manera en la que yo lo veo, tal vez sea conveniente enviar a un auditor a inspeccionar —Muevo una de mis piezas por el tablero —¿Ha considerado la posibilidad de que es la gente de allí la que no esta reportando apropiadamente los gastos?

Sentía mi cabeza se partiría en dos por pensar en un siguiente movimiento que me permitiera un poco mas de ventaja por sobre él.

—Por cierto, ¿Cómo es que tienes toda esa información? —Termina de mover su pieza

—¿A qué se refiere? —Dejo de prestarle atención al juego para centrarme en el

—A la estructura provisional

No puedo decir simplemente que fue porque lo leí en la novela original y que la persona encargada de organizar los estados de cuenta se sintió culpable por sus fechorías y que por esa razón decidió revelar haber sobre mal gastado los fondos.

—Un comerciante asociado con ellos intuyo que algo no andaba bien, y fue capaz de detectar el fraude económico—Junto todas mis artimañas de convencimiento —Es un poco vergonzoso admitirlo, pero soy la hija de un ministro, así que soy capaz de entender este tipo de cosas

Tras asegurarme de que creyera mi respuesta. Vuelvo a centrarme en el juego frente a mis ojos.

Si muevo esta pieza, dejo asegurada mi victoria. Y tal como lo predije, mi ultimo movimiento había logrado cerrar mi jugada de manera magistral.

—¡¡Yo gane!! —Grite con emoción mientras su expresión se veía sombría por la perdida

—Lady Lixue. Soy el príncipe. Uno de los pilares mas fundamentales de este país—Su expresión se suaviza —No se consideraría algo bueno si me agitara por un juego tan trivial como este, ¿Verdad?

¿Pero que clase de respuesta ridícula es esta?....

—Eso es... Una afirmación razonable—Retracto el triunfo de mi partida por sus palabras

—Lo que quiero decir, es que yo nunca había perdido—Alega con aires de derrota —Es por eso que hasta que yo gane, tu serás mi maestra

La información en mi cerebro tarda en procesar mas de lo normal... ¿Cómo es que llegamos a esto?

El inesperado final de la emperatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora