𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 40

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Kang

Los nobles me mantenían rodeado, objetando sus peticiones y ofreciendo sus copas como si el alcohol me hiciera una persona más fácil de convencer, pero mi atención no estaba puesta en ellos.

Ya había pasado demasiado tiempo desde que Lixue se había marchado.

Esto no me gusta. Las miradas desagradables que le siguen, la facilidad con la que desaparece de mi vista, y el hecho de que no regrese pronto como me lo prometio.

—Si me disculpan, tengo que atender un asunto más importante—una sonrisa de advertencia con un significado "ni se les ocurra seguirme" es lo último que demuestro, me alejo de la multitud hasta encontrarme con una de las sirvientas a la que intercepto—Tu ¿Has visto a mi prometida?

—Su majestad—su nerviosismo al ver mi rostro con tan poca paciencia, contesta—Me disculpo su majestad por no serle de ayuda, pero no hemos visto por ningún lado a Lady Lixue.

—Entiendo. Puedes irte.

No debería tomar tanto tiempo arreglar una cinta. Algo anda mal, Lixue no esta en ninguno de los salones preparados para los invitados, pero hay un salón privado en otro lugar, al que solo pueden ingresar los anfitriones...

—¡¡Se ha desatado un incendio!! ¡¡Protejan a su majestad!!

Aprovecho el alboroto de mi búsqueda para ocultarme en las afueras del jardín.

—Kuan-yin—a mis espaldas aparece cubierto por la oscuridad—No he visto a Lixue. Fue ajustar su vestido, pero parece que algo ha pasado. Además, se produjo un incendio en el palacio, no hay mas tiempo que perder. Sígueme, vamos a derrumbar un salón.

Uno de los soldados se hace pasar por mí, encerrado en un palanquín custodiado. Con Kuan-yin nos infiltramos con los guardias de la sombra que liberan el camino derrumbando cada puerta. Ingreso al pasillo más alejado, sin lugar a duda aquí había sido iniciado el incendio, las llamas se extendían por toda la habitación.

A punto de retirarme, diviso el pañuelo de Lixue entre las llamas.

Mi corazón se paraliza, Lixue había sido encerrada aquí, hasta fueron capaces de incendiar el salón para asesinarla de forma segura.

Ingreso al salón sin importar las llamas, miro con atención cada rincón de la habitación para encontrar una cuerda colgando de la ventana, corro para alcanzarla y al fijar mi vista hacia la mujer que con tanta desesperación buscaba encontrar. Afirmada de la cuerda con tanta tenacidad que aun no notaba mi presencia.

—Lixue—intento subir la cuerda de la que se mantenían agarrada Lixue.

Un fuerte grito me apresura a reaccionar rápido, Lixue había soltado la cuerda y en un movimiento ágil alcanzo a sostener su cintura, casi a punto de caernos al vacío.

—Lixue.

—¿S-Sí? —evita mi mirada.

—Mira bien el mundo exterior ya que no podrás salir del palacio de ahora en adelante.

—No, porque...Hubo un incendio, no se pudo evitar—refuta alarmada ante mi orden.

—No hagas nada peligroso—sentencio—Pase lo que pase, iré a buscarte.

Ver el cuarto en llamas y pensar que Lixue podría haber sido quemada en ese cuarto, me atormento de todas las formas posibles. Sin Lixue nada esto tenia sentido, ella era mi sentido de vida, por ella vivo cada día y así tenga que morir para protegerla, lo hare.

—Vamos. No podemos quedarnos aquí por mucho tiempo—rodeo mi brazo en sus hombros para guiarla.

¿Quién inicio el fuego? Esto no es algo que sucedió por accidente. Al observar alrededor, es muy probable que haya sido intencional.

Lixue fue atrapada en todo esto también.

La mano de Lixue se aprieta suavemente la mía.

—Vas demasiado rápido—al ver su rostro me relajo un poco.

Debo estar feliz por tenerla a mi lado de nuevo, es suficiente.

—Kang, yo...—Lixue intenta decirme algo, pero es detenida por el guardia a mis espaldas.

—¡Su majestad! Por favor venga rápido por aquí.

—¿Cuál es el problema?

—Ha habido un informe de un asaltante no identificado vagando por el palacio en busca de algo. El asaltante portaba una espada negra, un hombre con la capacidad de atravesar fácilmente las paredes, junto a un hombre de cabello negro que le seguía que de igual manera podía atravesar paredes.

Sin lugar a dudas las personas de las descripciones éramos Kuan yin y yo, Lixue me miraba de forma discriminatoria y fija al percatarse que se trataba de nosotros.

—Iré contigo, puede ser peligroso—me excuso intentando encubrirnos de mejor forma.

Nos alejamos de Lixue para llegar hasta una especie de bosque, una mujer que se encontraba de espaldas se voltea a observarme para terminar acercándose. El guardia se aleja y la mujer desliza sus manos por mi pecho.

—¿Por qué mi corazón se acelera cuando lo veo, su majestad?

No hay error, puedo decirlo claramente por su toque. Ella es...

Lixue aparece de sorpresa frente a nosotros arrebatando las manos de la mujer de mi.

—¿Te divertiste al máximo después de prenderme fuego? Jiang li —Lixue mantenía su agarre en su muñeca hasta que la mujer se suelta y me mira fijamente

Ese nombre...

—¿Qué quiere decir? ¿De qué fuego habla?

—¿Ya lo olvidaste? puedo decir que estas decepcionada de que todavía estoy viva—cuestiona con enfado.

—No sé de qué está hablando—actúa de forma indiferente ante las acusaciones—¿Por qué diría tal mentira? —interrumpo agarrando su muñeca, Lixue estaba paralizada.

—¿Mentira? Cuando tus manos están apestando a gasolina

Comenzando un incendio en la mansión y tratando de asesinar a Lixue, no te salvaras de esta.

El inesperado final de la emperatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora