El inesperado final de la emperatriz

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 14

—¿Lixue? —Su mirada estaba clavada en mi

—Ah...Este...yo—Debido a mi nerviosismo no podía articular bien

¿Ahora que excusa puedo darle? Me acaba de atrapar observando su rostro.

No puedo decirle "Te ves muy guapo cuando duermes" ¡Eso sería imposible!

En estos momentos tengo tanta vergüenza que desearía estar muerta.

—¿Estas enferma? —Su mano se deposita en mi mejilla provocando que mis mejillas estén rojas como un tomate —Al parecer tienes un poco de fiebre

—Bueno hace...un poco de calor aquí—Trato de desviar su mirada, pero al intentarlo el pellizca mi mejilla —Kang...

—Es muy descortés observar a la gente mientras duerme

—Déjame ir, por favor—Rogaba que por favor soltara mi mejilla y me dejara salir de este incomodo momento

—¿Déjame ir? Deberías decir "Lo siento"

¿Pero qué le pasa a este sujeto? Digo ¿Acaso él no me observo mientras dormía?

Si, si lo hizo. Es cierto. Entonces no tengo nada por lo que disculparme.

—¿Fue placentero admirarme sin que yo lo supiera? —Rechino mis dientes con fuerza para aguantar mis palabras

—Lo siento mucho.

—No sabía que tuvieras un pasatiempo como ese—Se veía lo mucho que disfrutaba burlarse de mi

—Mis disculpas. Yo de verdad lo siento—Mi mirada buscaba piedad en su mirada

—Bien, dejare pasar tu pequeño desliz por esta vez—Apenas suelta mi mejilla, retrocedo

—¿Lixue? —Sin prestar atención a su llamado salgo del estudio

Kang estaba perdido en sus pensamientos.

Aun podía sentir la cálida sensación en su mano al haber tocado las mejillas de Lixue.

—Esto no está...tan mal

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—Debería usar ropa muy abrigadora. Esa región es bastante fría, no será capaz de soportarlo con solo unas pocas capas de abrigo

—A este paso el invierno se convertirá en mi invierno personal—Suelto un suspiro

—No se tome a la ligera las heladas de invierno—Continúa arreglando mi capa —Todos los días alguien se congela hasta la muerte en las montañas, incluso en otoño

—Ah—Quedo un poco asustada

Pero... ¿No es un poco exagerado?

Con tantos abrigos que llevo puesto no puedo ni doblar mis brazos. A este paso alguien tendrá que alimentarme.

—Lleva ese equipaje hacia allá por favor

Últimamente todos estaban muy ocupados por organizar todo nuestro viaje.

—Ah, mi lady que tenga un buen viaje—Uno de los sirvientes se detiene y mira con detenimiento mi tan ostentosa forma de vestir

—Escuche que allá hace mucho frio—Respondo a su pensamiento

—Pero por supuesto—Continúa subiendo el resto del equipaje—Su majestad y sus caballeros ya se han marchado para prepararse para la cacería

—Ya veo

—¡Mi Lady! —Deshi corrre agitado hasta llegar a mi —Una carta acaba de llegar para usted

Curiosa por la carta la abro sin esperar mas.