Sarah no quiere sufrir. Ella tiene su vida muy clara: su futuro está al lado de un coreano. ¿Entonces por qué cada vez que tiene la oportunidad cae en los encantos de Anthony Soublette? Ella no lo sabe, pero sin duda toda la culpa es de ese chico q...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Anthony.
—Casi no se nota que estás celoso —Dania me interrumpe y yo ruedo los ojos al ver que se está riendo de mi historia.
Apenas llegué al restaurante la busqué para desahogarme y ella está ahí, muerta de la risa porque yo estoy a punto de cometer un asesinado.
—Pero es que si hubieras visto cómo se le quedó mirando, es un idiota —recreo la escena una y otra vez en mi mente. Ese maldito solo quiere sexo y sé que en cualquier oportunidad que tenga intentará conseguirlo.
—Pero tú sí puedes estar con Babi cuantas veces quieras, ¿no? —Dania se cruza de brazos y yo me trago una mueca sin intenciones de pensar en sus palabras. Es diferente.
No, no es diferente, pero al menos yo le dejé claro a Babi desde un principio que amaba a Sarah y no estaba dispuesto a tener una relación con ella. Yo siempre fui transparente con Babi y siempre me mostré vulnerable con Sarah. Yo lo sé y ella lo sabe: la quiero para todo. Pero lo que me jode es que Amparo igual y no dudará en aprovechar cualquier oportunidad que tenga para estar con ella.
—Ella no me deja explicarme —suspiro y paso mis manos por mi cabello —. Dania, la recontra cagué, pero quiero enmendarlo y ella no me deja. No me quiere en su vida y realmente no sé qué hacer para demostrarle que le creo. Con o sin grabación, le creo.
—Tú sabes lo que pienso al respecto —la expresión de mi mejor amiga se vuelve sombría y asiento. Ella está segura de que Babi tiene algo que ver en todo esto y ¿para qué miento? Yo igual. Tanta casualidad es sospechosa y mis teorías han aumentado desde que se comenzó a comportar de una manera más extraña.
Cada vez que me ve, se lanza a mis brazos, me besa y me habla como si tuviéramos algo. Todo delante del personal y una vez lo hizo delante de mi papá. Obviamente me molesté y le hablé claro, pero ella solo se puso a llorar y tuve que abrazarla para que se calmara.
Aparte de eso, los celos. Comenzó a molestarse por cualquier interacción que tuviera con cualquier ejemplar femenino y con Dania sus celos están hasta el tope. Cada vez que me ve con ella le lanza miradas de profundo odio y me ignora a mí. Dania me dice que su comportamiento no es normal y la entiendo, yo pienso lo mismo.
Babi definitivamente no es la misma y estoy absolutamente preocupado por todo lo que pueda suceder. No sé cómo decirle que pare con esto.
—Hoy Sarahí y ella irán de compras, ¿por qué no aprovechas este día para pensar todo lo que le dirás mañana? Necesitas una buena elección de palabras para que ella decida siquiera darte su número —suspiro y asiento.
Dania me tiene castigado y realmente (aunque sé que lo merezco), me siento un poco traicionado. No me quiso dar el nuevo número de Sarah porque cree fielmente que es algo que debo ganarme. Ella me está haciendo sufrir bastante.
