Dedicado a Lily, la Sarah Bazan de la vida real.
Simón.
Golpeo una y otra vez el saco intentando drenar toda la ira y dolor acumulado. Hay demasiadas cosas en mi mente y sobre todo, hay un tornado en mi pecho que me impide concentrarme en otra cosa que no sea la madre de mi hijo sobre mí.
Sus besos.
Sus ojos.
Sus te amo.
Su sonrisa.
Ella.
Puño tras puño libero todo lo que no quiero causar y el dolor en mis nudillos me hace saber que hay sangre saliendo de ellos. Aunque quisiera parar no podría hacerlo, mi psicólogo me dijo que no es sano lastimarnos físicamente para aligerar la carga interna, pero en este momento creo que es lo más sensato que puedo hacer.
Decidí venirme apenas abrieron el gimnasio para evitar ver como todos se preparaban para la boda de mierda. No quería ver a mi hijo vestido de traje para acompañar a su mamá en su día especial, tampoco quería ver a mis sobrinos, mi hermana y mi mejor amigo vestirse como si estuvieran en una verdadera celebración. Esa mierda no es una celebración, es la demostración de lo que podemos hacer cuando tenemos miedo de lastimar a los que amamos.
¿Pero qué hay de mí? Sé que Tiff lo hace por Dania, por Javier y porque no quiere que volvamos a lo mismo de antes pero igual me está haciendo daño. Ella no lo quiere aceptar pero es la realidad, me hace más daño al alejarme. Estar sin ella me mata lenta y dolorosamente.
Prométeme que amarás a alguien que te haga feliz. Promételo.
Golpeo el saco con fuerza sintiendo el sudor y el calor recorrer cada espacio de mi cuerpo. Mis músculos están muy tensos pero no les presto atención, solo quiero dejar de pensar en las mil y una opciones de parar esa maldita boda y sacarla a ella de ahí.
No es sano querernos como lo hacemos, pero eso no evita sentir lo que sentimos. Sé que ella me ama de la misma forma porque me lo repitió una y otra vez anoche, ¿entonces por qué es tan difícil aceptarlo y buscar ayuda? Podemos hacerlo, podríamos hacerlo. Podríamos buscar ayuda y mejorar, podríamos ser lo que tanto deseamos ser y podríamos darle a Sean la familia que tanto necesita.
Ni Javier ni nadie podrán romper lo que tenemos y eso ella lo sabe, tal vez por eso aceptó pasar una última noche conmigo. Por eso aceptó cada beso y cada estocada y por eso en ningún momento dejó de gemir mi nombre en medio de te amos. Tal vez por eso lloró como una niña cuando tuve que irme corriendo detrás de Sarahí y tal vez por eso me abrazó como si fuera la última vez que nos veríamos. Para ella fue una despedida y para mí un comienzo. Un comienzo de mi vida con o sin ella, porque no me puedo quedar estancado esperando su regreso.
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Conquistando a Sarah ✔️
RomanceSarah no quiere sufrir. Ella tiene su vida muy clara: su futuro está al lado de un coreano. ¿Entonces por qué cada vez que tiene la oportunidad cae en los encantos de Anthony Soublette? Ella no lo sabe, pero sin duda toda la culpa es de ese chico q...