Mago [Jinsu]

18.

Una hora después Yoongi se encontraba junto con Wendy dentro de una pastelería, Taehyung realmente había olvidado el cumpleaños de su esposa y solicitó ayuda a sus subordinados más cercanos. En realidad, solo Wendy observaba los pasteles pensando en cuál sería el indicado para una disculpa mientras que Yoongi solo veía con una mueca a todo el local, realmente no era lo suyo.

—¡Creo que este es perfecto!, ¿Qué opinas, Yoongi?— preguntó emocionada.

Yoongi solo vio un par de segundos el pastel sin entender lo especial de este solo contestó —Sí... claro.

—¡¿Verdad?!— dio un pequeño saltito —¿Cuánto será por este?— preguntó a la chica que estaba detrás del mostrador.

—Serán 15,000 wones— dijo buscando la llave indicada para poder abrir y retirar el pastel —¿Ustedes son pareja? Se ven muy tiernos.

—¡No!— contestó Yoongi de inmediato —es decir no, nosotros no...

—Solo somos compañeros de trabajo— se apresuró a decir Wendy.

—¿De verdad?— preguntó tomando el dinero en sus manos —Me engañaron, lucen como una, creí que este pastel sería para conmemorar algo especial— empezó a reír por lo bajo —Bien bien, ya dejo de hablar, esperen su suelto por favor.

—Yoongi, sobre lo de antes... no voy a pedir que actúes ser mi novio.— dijo una vez la chica se perdió tras el mostrador.

—Oh bueno, no deberías preocuparte por eso.

—Siento que fue algo incomodo para ti, antes con las chicas y ahora en la tienda...

—Oh, bueno sé que a las personas les gusta hablar mucho del romance, pero... no es como si fuera todo lo que hay en la vida.

—¿Cómo?

—Quiero decir que si en mi vida no hay amor ni romance, nada impide que sea divertido a su manera.— fingió observar los demás pasteles que eran exhibidos.

—Ya veo...

—Aquí tiene su cambio, ¡gracias por comprar aquí!— la dependiente realizó una reverencia entregando el pastel dentro de una caja decorada.

—Oh, yo llevo tu bolso... tengo miedo de arruinar el pastel y que Taehyung nos mate.

—Claro, gracias— respondió riendo y asintiendo mientras entregaba su bolso.

"Es imposible fingir que no me gustas, Yoongi"

Cuando Wendy salió del local Yoongi se quedó estático en su sitio, es que ¿ella realmente había usado la palabra 'gustar'?, ¿desde cuando era tan popular en su oficina?, ¡¿la gran Wendy realmente gustaba de él?!

Pero, mientras camina a un costado de ella, se da cuenta de que su propia reacción es diferente a lo que esperaba,  es que un hombre al enterarse de que le gusta a una chica realmente linda e inteligente ¿su corazón no debería estar latiendo más rápido que el ritmo que el suyo está marcando ahora?

—¡Eso dolió señorita!, ¡mi hombre se ha estropeado!

—¡Lo siento mucho!

Se detuvo de inmediato, al no ver a Wendy a su lado donde debería estar giró viendo como dos tipos la estaban molestando.

—¿Está usted bien?— preguntó Wendy retorciendo.

—Bueno, bueno ¿así es como se supone que te disculpas?

Yoongi está a varios metros del escenario sin saber qué hacer, esos tipos realmente dan miedo pero...

—Tú lo que deberías hacer es invitarme a algún té en algún lugar por ahí.— ambos chicos la intentaron forcejear.

—¡No, no por favor!— Wendy solo trataba que el pastel no se estropeara.

—Muchacha, no te hagas de rogar.

—¡Déjenla en paz!— Yoongi no lo pensó más y se interpuso en medio de ellos.

—Huh...

—¿Ella no sé disculpó ya?, ¿qué más quieren?— Yoongi no pudo evitar retroceder un poco por la mirada que tenían esos tipos.

—Y ¿Quién diablos eres tú?

—Puede que hayamos sido descuidados— trataba de no tartamudear —Pero fue usted el que chocó con ella.

—¿Estás tratando de decir que es nuestra culpa?

Yoongi quiso responder a eso pero no percibió cuando un puñetazo fue a dar a su pómulo tirandolo al suelo. Wendy colocó la caja a un lado y se acercó de inmediato a auxiliarlo.

—¿Yoongi estás bien?

Él solo se levantó y continuó.

—L-lo que trato de decir es que... ¡ambs partes tenemos la culpa aquí!

—¿Qué?

—Nada.— retrocedió.

—¿Osea que nosotros sí tenemos la culpa?

Yoongi vio venir otro golpe y solo cerró los ojos esperando el impacto, pero en cuestión de segundos sintió el calor de un cuerpo abrazando el suyo y cuando abrió los ojos pudo ver que era un brazo de Seokjin el que sostenía su cuerpo mientras que la otra mano detuvo el segundo golpe que caería en su cara.

"Nadie puede lastimar a Yoongi", eso era lo que la mente de Seokjin repetía en bucle mientras apretaba más fuerte la muñeca de uno de esos tipos.

—¿Mis colegas te molestaron de alguna manera?— preguntó soltando la mano, con el tono más formal que pudo articular.

—¿Eres un psicópata?— preguntó el tipo mientras miraba su muñeca sin poderla mover.

—Vámonos, corre— el otro lo agarró por los hombros arrastrándolo de regreso por donde habían venido.

Confieso que me sentí
re incómoda narrando
esto