Mago [Jinsu]

48.

—Es tan agradable tener alguien que te hable.— Namjoon hablaba desde el otro lado de la línea pero Yoongi no se podía concentrar. —Todos los días y todas las noches...

—Me alegro por ti.— fue lo único que contestó.

—Creo que debería buscar un apartamento más grande ¿sabes?, mi sala se está llenando de muchas cosas de Hoseok.

—Me alegro por ti.— volvió a decir, realmente no le estaba escuchando. Su cerebro estaba tratando de crear algún proyecto para el concurso.

—Ah, también compraré una bicicleta, eso es porque Hoseok dijo que quería tener un hobby que compartir y disfrutar conmigo.

—¿En serio?, me alegro por ti.

—No soy del tipo que anda en bicicleta, pero Hoseok dijo que quería probar conmigo. El siempre dice cosas bonitas...— dijo esto último suspirando.

—Me alegro por-

—¿No tienes algo más que decir?

—¿Qué?

—Has estado repitiendo eso todo este rato.

—Lo siento, estoy muy ocupado con la competición.

—¿Competición?

—Sí, pensé en intentarlo.

—Ya veo. Los desafíos te hacen llegar muy lejos. Tienes todo mi apoyo si lo necesitas, eh.

—Gracias.

—Ya que estás ocupado, iré directo al grano.

—¿Qué?, ¿Todo esto no era de lo que querías hablar?

—Ni siquiera prestaste atención, no reclames.

—Pero-

—Yoongi, yo perdí mi habilidad.

—¿Qué?— Yoongi se levantó de su sitio sorprendido.

—El rumor es cierto. Algún día también lo perderás así que no te preocupes.

—Entiendo.

—Dejame decirte algo cómo tú superior ahora. La gente siempre usa la palabra perder en este caso, pero no perderás nada, todo está bien. No da tanto miedo-

Yoongi colgó la llamada sin dejarle terminar. Namjoon era un verdadero pesado sin proponérselo. Volvió a acomodarse en su puesto para seguir avanzando con su proyecto.

Ahora recuerda su última salida con Seokjin y el tema de la recompensa. ¿Era eso lo que quería Seokjin?

Pero Yoongi no se siente listo para eso, aunque pierda o no sus poderes, no se siente listo para dar ese paso.

Aunque si es Seokjin no le importa mucho.

Se recostó sobre la mesa con ese pensamiento en mente. Sus mejillas de pronto se sentían calientes y se enderezó y bebió su taza de café de golpe tratando de olvidar lo último que pensó.

—No te desconcentres Yoongi, debes esforzarte.— se dijo a sí mismo mientras tomaba el lapicero y volvía a escribir en sus libretas.