Mago [Jinsu]

5.

Una vez llegó al baño solo se miró en el espejo observando su cuello, removió su camisa y vio que efectivamente había un lunar ahí, un lunar que ni él mismo sabía que existía.

Se remojó el rostro para que no le ganara el sueño, porque todo apuntaba a que no eran sólo alucinaciones. Una vez volvió a la oficina evitó todo contacto hasta terminar el informe, se dirigieron hasta el ascensor donde igual guardó distancia hasta llegar a la salida del edificio.

—De repente hace mucho frío.

Entonces, él solo quería huir y llegar a casa a dormir y una vez despertara saber que todo fue un sueño, porque todo indicaba que los pensamientos de Seokjin son reales. Esa era mucha información con la que lidiar.

—¿Yoongi?

Yoongi ignoró su llamado hundido en sus propios pensamientos, y es qué en primer lugar ¿por qué le gustaba?, o ¿es que acaso Seokjin se había vuelto loco de tanto trabajar?

Antes de pensar en una respuesta para sus inquietudes terminó estornudando muy fuerte, haciendo que Seokjin se preocupe.

—¿Estás bien?

—Ah... Sí, es solo que hace mucho frío— fingió una sonrisa mientras calentaba sus manos.

—Toma— Seokjin se acercó ofreciendolo una bufanda. —Te la presto.

—No es necesario— rechazó Yoongi —Úsela usted. Todo el mundo tendrá problemas si te enfermas...

—No te preocupes, solo úsala.

Yoongi iba a volver a negarse pero Seokjin ya se encontraba colocándole la bufanda por si mismo.

"Yoongi tiene muy baja autoestima," Yoongi empezó a escuchar los pensamientos de Seokjin y quiso separarse, pero no pudo "siempre está leyendo la atmósfera, dando un paso atrás. Siempre deja que los demás usen el ascensor antes que él y no se queja cuando sus superiores le dejan más trabajo, es una persona extremadamente amable y genial; además de que es muy cuidadoso con su trabajo, por todas esas cosas Yoongi a mi me-..."

—Listo— dijo Seokjin una vez terminó de colocar la bufanda.

—Gracias...— murmura pensando en las palabras que escuchó.

Yoongi tenía ganas de llorar, jamás había imaginado que alguien lo estuviera mirando de esa manera;  en el fondo, quería creer que todo era verdad y no solo alucinaciones.

—Te queda muy bien.— dice.

—Sí... Yo... Me voy a casa— señala el camino que debe seguir— nos vemos mañana.— se despide con una reverencia.

—¡Yoongi, espera!— llamó Seokjin.

—¿Si?

—¿Siguen pasando trenes?

Yoongi había olvidado la hora por completo, al revisar su celular se dio cuenta de que efectivamente ya no habían trenes disponibles.

—Perdí el último tren...

—Lo sabía, si quie-

—Oh, por mi no te preocupes,— lo detiene antes de que ofrezca más ayuda —dormiré en un cibercafe o algo así. Gracias por tu ayuda hoy, fue demasiada.

Yoongi esta vez se prometió no volver a girar si volvía a llamarlo pero no pudo evitarlo.

—¡Yoongi!

—¿Si?— preguntó reteniendo su frustración, el solo quería irse y olvidar todo.

—¿Por qué no duermes conmigo?

—¿Qué?

—Ven a mi casa esta noche, esta a cinco minutos si tomamos un taxi.

—Pero...

—Será complicado si no duermes tus horas completas— dice con mirada seria.

—No quiero incomodar...

—¡No!, no eres molestia, Yoongi. Y me sentiría más seguro si vienes conmigo.

—Pero-

—Te diré algo— dice Seokjin acercándose y colocando una mano sobre el hombro de Yoongi.

Los pensamientos de Seokjin esta vez llegaron a su cabeza como forma de imágenes, primero se vio a sí mismo sonriendo mientras bebía el café de una taza, luego secando su cabello húmedo con una toalla y por último durmiendo en una cama la cual desconocía.

—Ya he parado un taxi.— dice cuando su mano ha dejado de tocarlo.

Yoongi no pudo evitar abrir la boca sorprendido por todo lo que vio, todo en menos de un minuto.

—Yoongi, vámonos.— dijo Seokjin entrando al taxi.

¡¿Qué había sido todo eso?!

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