Mago [Jinsu]

34.

Sentía la cabeza a punto de explotar, sentía mi espalda fría y mi respiración apretada, traté de levantarme mientras abría mis ojos, mas él me lo impidió.

—¿Yoongi? 

—No te levantes, trata de descansar un poco.— sus manos sujetaron mis hombros mientras me recostada sobre la fría banca del parque.

—Qué he estado haciendo.

—¿Eh?

—Me llevaron ahí para complacerá a la señora esa, pero la hice enojar y no fui útil en lo absoluto.— No tenía ánimos para nada, lo único que quería hacer era llorar de impotencia pero lo primero que hacía era desahogarme con alguien que apenas y conozco su nombre. ¿Por qué le estoy contándole todo esto en primer lugar?

Me permití observarlo, su mirada estaba ida, seguro se encuentra confundido y no sabe qué decir.

—Eso... eso no es cierto.— Su voz temblaba pero parecía seguro de lo que decía.

—¿El qué?

—Tú, tú investigaste todo sobre ella y también sobre su compañía, incluso memorizaste todos sus productos... también bebiste ese vino por mi. Eres más de lo que crees, Seokjin.

Sentía mis ojos aguarze pero no rodaba ni una lágrima. —¿Eso crees?

Yoongi empezó a reírse, lo miré confundido, ¿es que acaso se estaba burlando de mi?

—¿De qué te ríes?

—No.— trató de controlar su risa —Es solo que, siempre luces como una persona tan perfecta, nunca te había visto así.— Iba a reclamar pero mis palabras quedaron atoradas al ver su hermosa sonrisa —Así se siente muy bien.

—¿De qué estás hablando?— no podía evitar estar a la defensiva, pero mi corazón latía muy fuerte y sentía que mis lágrimas en cualquier momento saldrían.

—Oye, trata de descansar.— Yoongi dio un par de palmadas sobre mi pecho.

Su mirada lucía con sincera preocupación, luego acarició mis cabellos y mis lágrimas rodaron.

Me permití llorar, podría luego culpar al alcohol, pero el sentimiento de un nudo dentro de mi que al fin se había desatado solo hacia que más lágrimas rodaran.

Era la primera vez que vi que alguien había reconocido mis esfuerzos.

No pasó mucho tiempo para que terminara enamorado de él.

Lleva su cabello desordenado de vez en cuando, es un poco descuidado en el asunto personal, pero hace su trabajo muy bien. Nunca se niega a ayudar a los demás.

No lleva ninguna expresión en su rostro, pero cuando sonríe el mundo se ilumina.

Pero, a él no le gustan los chicos. Lo he sabido desde que comenzó todo.

A este sentimiento, debería ya ponerle un fin.

súper tarde pero
aquí andamos.

trataré de actualizar
esto más seguido,
ahora sí, i promise. 😭

gracias por su apoyo.
muchos besitos. <3

mike;