Capítulo 1

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ADVERTENCIA: este episodio contiene escrito escenas de coito algo explícitas. Queda bajo la responsabilidad de ustedes leer, menores.

Prolepsis

Abrí mis ojos y vi la hora (06:00 am) en el despertador que había al lado de la cama, me senté al borde de ella estirándome y bostezando. Recogí mi brasier que estaba en el suelo y me lo puse, luego busqué mis bragas entre la cama. Busqué mi uniforme; que estaba esparcido alrededor de toda la habitación. Cuando me estaba abrochando la falda me exaltó la voz de él.

-¿No piensas volver a la cama?- preguntó con su voz ronca; producto del sueño.

-No- negué. -Ya está empezando a amanecer y debo volver a los dormitorios antes de que los demás despierten.

Se acomodó en la cama con mucha pereza. Pegó un bostezo y me miró con esos preciosos ojos azules que tiene. Pasó la mano por su cabello y soltó un resoplido.

-¿Sabes que no van a sospechar nada si llegas después?- tenía una media sonrisa en su rostro. -Vamos, quédate un poco más- hizo puchero.

A veces parecía un niño pequeño.

-Satoru- le miré. -Ya te dije que no.

-Entonces...- parecía pensar por un momento. -Te lo ordeno como tu profesor.

Se que cualquier persona que supiera sobre esta historia se caería de espalda y no dudaría en levantarle una demanda a Gojo y meterle a prisión, puesto que nos llevamos por más de diez años en edad, sin contar que soy menor de edad... y está todo mal, pero esto fue un trato con mutuos acuerdos a nuestra beneficencia. ¿En qué me puede beneficiar esto a mí? la mayoría pensaría que solo Satoru saldría beneficiado y se está aprovechando de mí, pero no es así; dado que el poder que heredé es lo que está verdaderamente mal.

Provengo de un impuro linaje de hechiceras, sí, solo hechiceras, puesto que solo las mujeres son las que tienen este repugnante poder. Vitalis sexualitis; es un poder en el que solo puedes liberar energía maldita si tienes sexo, pero no con cualquier persona, debe ser alguien de un alto rango -aunque hay excepciones-, no secundarios o algo así, por ello las chicas son iniciadas en el mundo de exorcizar maldiciones desde los 16 en adelante. Por eso nuestro clan jamás ha sido bien mirado y nos mantenemos en las sombras.

Una niña es llevada a una academia para excorcizar maldiciones cada 100 años, puesto que es algo complicado y que no cualquier podría entender.

Muchos hombres se aprovechaban de eso y violaban a muchas chicas del clan en el pasado solo como excusa de reactivar el poder, porque aún no sabían bien qué tipo de hombres eran los que más les convenían. Menos mal yo no tuve que pasar por eso.

Fin prolepsis

-Sé que te va a ir muy bien, cariño- apareció mi madre por la puerta.

Estaba arreglando mis cosas para viajar a tokio, puesto que este año había sido yo la "afortunada" o "niña prodigio" para poder estudiar en una academia de hechiceros. Todo esto me parecía ridículo y políticamente incorrecto. Aunque tampoco quería quedarme aquí, pues si me quedaba tendría que estar con algún hombre normal (si es que así lo decidía) y casarme para poder proteger nuestro hogar de maldiciones; ya que de esas hay en todos lados.

-Te voy a extrañar mucho- dijo con tristeza. -Pero debes entender que eres una de las niñas prodigio que nace cada cien años-

-La vagina prodigio diría yo- dije con ironía.

-No lo digas de esa forma, señorita- me regañó. -Es cierto que las prostitutas iniciaron nuestro clan, pero nuestra sangre es única y somos muy fuertes.

Chica promiscua (Satoru Gojo, Yuji Itadori y Sukuna x t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora