Capítulo 21

66.3K 3.1K 590
                                    

                   Meses después

Mamá se había recuperado, no por completo pero ya poco a poco podía caminar pero no debía esforzarse demasiado, ya le habían quitado el yeso y era bueno tenerla de nuevo con nosotros, hace casi mes y medio que vino y restauró el orden de las cosas.

Ya no soportaba más la comida chatarra de siempre, extrañaba su comida, su sazón y su toque, únicos e irrepetibles de una madre, también ella nos hacía mucha falta, sus pláticas y aunque no era la mejor del mundo era mi madre...

¿Pero y Kelly? Si, aún me preguntó lo mismo una y otra vez, desde ese día no volvimos a saber de ella, Susi la buscó casi una semana sin obtener resultados, sólo decepción...

Susi estuvo al borde de la muerte, no comía (ahora menos que antes), no dormía, se la pasaba en cama como si estuviera enferma, se levantaba por las noches buscando a Kelly, aveces entraba a mi habitación hasta delirando por su locura de buscar a Kelly, se había puesto tan delgada que la verdad creímos que nuestra Susi se nos iba de este mundo, pero poco a poco logró estabilizarse y cuando mamá llegó empezó a comer y con sus cuidados poco a poco salió de su encierro.

Una enferma cuidando de otra, mamá se esforzaba mucho llevándole la comida a Susi hasta su habitación, el doctor le advirtió que evitará el esfuerzo y ella hacía lo contrario, todo para que Susi se pusiera mejor.

-Hay hija, iré a ver a tu hermana.

-Esta dormida, mejor iré yo.

-No hija yo debo ir, me preocupa tu hermana no quiere ni hablar, aveces si habla pero ella sola, esta como loca y todo por esa estúpida muñeca.

-Si, la verdad es que desde que esa muñeca se fue Susi va de mal en peor, deberíamos conseguirle asistencia médica o un psiquiatra.

-La verdad no se ni que pensar, ¿En serio eliminaste a esa muñeca?

-Sólo se que cuando le puse ese collar ella se quedó como piedra, parecía fósil duro y hasta café, pero no me explicó a donde se fue.

-Ojalá se haya ido para siempre y que no vuelva, tu hermana lo aceptará y seremos de nuevo una familia feliz.

-Ummm si mamá...

La que también estaba loca era yo, tampoco dormía pero por estar pendiente de cualquier peligro y amenaza, cualquier sonido, movimiento o agitación me hacían mirar a todas partes y veía a Kelly corriendo hacía mi para atacarme, pero solo era mi imaginación, por las noches era peor, era un miedo mortal el que me invadía, dormía con la luz encendida y me despertaba por las pesadillas que tenía con Kelly, vivía en una paranoia total, también había perdido peso y tenía una cara de esqueleto que sólo Erick sabía que veía de lindo en mi pues aún seguía hablandome e invitandome a salir, yo trataba de alejarme porque no quería arrastrarlo a él también a este abismo de sufrimiento y dolor.

Fueron días infernales, creo que ahora la ausencia de Kelly me daba mucho más miedo, pero poco a poco al igual que Susi yo también regresaba a la cordura, decidí que un pedazo de plástico no iba a controlar mi vida, mi primera prueba de valor fue dormir con la luz apagada, primero dejé una lámpara de noche una semana, después la quité y dejé que la oscuridad se apoderara de la habitación, no dormí esa primera noche de mi experimento, mantenía los ojos abiertos y cuando se querían cerrar, brincaban como resortes haciéndome despertar, finalmente no se como logre quedarme dormida y después de un tiempo dejé que toda esta locura comenzará a salir de mi vida.

Tenía miedo si, pero aveces es mejor enfrentar las cosas, estaba dispuesta a luchar con Kelly si aparecía, no estaba preparada, estaba armada...

Mi cuchillo filoso debajo de la almohada, mi bate de béisbol a un lado de mi cama, la lámpara de noche, unas tijeras y mi querida y confiable sierra...

¡Maldita Muñeca! #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora