Capítulo 13

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                  ¿Será este el fin?

Ya no soportaba esta situación, iba a volverme loca, Susi le daba de golpes a la puerta, yo tenía en mis manos la sierra y en mi el valor que necesitaba para acabar con esta pesadilla de una vez por todas, abrí el armario y quité todas las cosas que había puesto sobre la caja que tenía la muñeca, la caja se movía pero se detuvo, respire profundamente y la abrí y la muñeca saltó sobre mí, tenía la cara tan arrugada y abría su boca que dejaba ver sus afiliados dientes, estaba atacandome y horrorizada trataba de detenerla, me arañaba la cara pero fui más fuerte que ella y logré agarrarla del cuello y con todas mis fuerzas la coloque en el suelo y comencé a cortarla con la sierra, la muñeca gritaba horriblemente mientras cortaba sus brazos, sus pies y todo su cuerpo.

-Esto es por todo lo que me has hecho pasar ¡Maldita muñeca!

-¡Julia! ¿Con quien estás? ¿Quién grita así?

-Es Kelly, ¡Julia déjala!

-Dios mío, iré por una llave.

Disfrutaba cortarla en pedazos y finalmente le arranqué la cabeza, la sangre brotaba por todas partes, yo estaba completamente enloquecida, mamá logró abrir y Susi brinco sobre el mueble que había puesto y se quedó espantada con la escena espeluznante que había encontrado.

-¡Por Dios Julia! Dijo mamá tapándose la boca.

Susi sólo se quedó callada y tomó uno de los brazos de la muñeca, mamá se desmayó y Susi se quedó petrificada observando el brazo.

Mamá despertó y me tomó del brazo.

-¡Suelta esa sierra! Déjame revisarte ¿Estas bien?

-Si mamá.

-¿Pero y esa sangre?

-Es de la muñeca, ahora si me crees.

-¡Dios mío! Pero pero.

-La... la mataste, dijo Susi con lágrimas en sus ojos.

-Mamá tenía que hacerlo, esa muñeca tenía el alma de la anciana atrapada y quería el alma de Susi.

-Yo, yo no se ni que decir.

-¡Nooooo! Gritó Susi enloquecida y salió corriendo de la habitación.

-Iré con tu hermana, ve a lavarte más tarde limpiare eso y veremos que vamos a hacer.

-Esta bien mamá.

Entré al baño y me miré al espejo, estaba cubierta de sangre, me quité la ropa y me bañé, mientras el agua me refrescaba, sentía tanto alivio de que ahora ya no vería más a esa maldita muñeca, ahora todo había acabado pero había sido tan fácil, no se porque no lo había hecho antes...

Me puse la toalla y cuando salí del baño, la muñeca ya no estaba, y un rastro de sangre se conducía hasta la ventana, corrí aterrada hasta el cuarto y Susi estaba acostada en la cama llorando, definitivamente ella no la había agarrado, ¿Entonces quien?

-Mamá ¡La muñeca ya no esta!

-¿Como que ya no esta?

-Ven ¡Rápido!

Todas corrimos y mamá miró con horror que la muñeca ya no estaba, Susi corrió hasta la ventana y no pudo encontrarla, mamá me abrazó asustada y fuimos hasta el patio, los restos de sangre y tripas, habían desaparecido entre el pasto, mamá corrió a llamarle a papá y nos pidió que entraramos a la casa.

¡Maldita Muñeca! #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora