Capítulo 23

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La Liberación...

Me preparaba mentalmente para todo lo que estuviera por suceder, aunque mi mente tampoco tenía fuerzas, me sentía agotada y sin vida, desde que supe que Kelly estaba enterrada en el patio deje de pasar ahí, me encerraba en mi habitación y me quedaba en la cama todo el día, no tenía ni fuerzas para mover mis dedos, los ojos me pesaban y aveces dormía, pero cualquier sonido me despertaba y me mantenía pendiente.

Mamá me llevó al médico y este le recetó vitaminas, la verdad yo lo único que necesitaba era morirme, ya no podía más con todo esto, también me programaron una cita con un psicólogo, la verdad de nada iba a servir, de todos modos iba a morir...

Susi me cuidaba y protegía, nunca me dejaba sola y por las noches dormía conmigo, aveces despertaba porque veía a Kelly a la par mía en la cama, Susi se despertaba y corría a encender la luz, nunca había nada...

Comencé a ver más seguido al hombre cabra, de hecho era más bien un demonio, lo miraba en el día, su sombra me perseguía, me acosaba, su único objetivo era destruirme mentalmente para después acabar conmigo, ahora me arrepentia de todas esas veces que nunca acabe con Kelly, siempre la dejaba a medio morir, ahora ya no esta pero su demonio me acecha como una presa fácil, sinceramente me cansé de luchar, por años he tratado de luchar y mis fuerzas se agotaron, ahora que Susi estaba de mi lado me daba fuerzas pero físicamente y mentalmente podría decir que estaba en un especie de coma, o en modo zombie...

Levantarme de la cama era una misión imposible cada día, y poco a poco deje de hacerlo, mamá trataba de ayudarme pero me sentía tan débil.

-Julia, me preocupa tanto verte así, hija ¿Que es lo que te pasa?

-No voy a decirte, no vas a creerme...

-Pero hija mía si Kelly ya no esta.

-No hablemos por favor, necesito dormir.

-Julia...

Mamá salió de la habitación y cerró la puerta tenía tanto sueño que me quedé dormida al instante, después de un rato desperté y ya todo estaba oscuro, eran las 7 y había dormido desde las 3 de la tarde, me dio tanto miedo estar ahí yo sola en medio de tanta oscuridad.

-Su, Susi... le gritaba a Susi con vos suave, obviamente no iba a escucharme pero no tenía ni fuerzas para hablar.

Traté de levantarme pero volví a caer en la cama, traté de levantar mi brazo derecho y no pude, luego el otro y tampoco pude y después algo me presionaba en la cama y no me dejaba levantarme, todo comenzó a ponerse muy oscuro y una espesa masa de humo comenzó a formarse, era Kelly pues su cara se veía entre la masa de humo, se colocó justo enfrente de mi y sentí que era el final, una fuerza invisible me ataba a la cama y Kelly acercaba su rostro al mío, pude ver como su boca se abría y sus dientes afiliados estaban llenos de sangre, ahora si sabía que venía por mi, así que dejé de luchar y me dispuse a entregarme a mi destino final.

El rostro de Kelly se acercaba más a mi y sentía como mi energía se iba de este mundo, era como si estuviera absorbiendo mi alma, justo en ese momento la luz se encendió y aquella masa de humo desapareció y ya podía moverme, era Susi quién había entrado a la habitación para decirme que ya estaba la cena.

-¡Julia! ¿Estás bien? ¿Que fue eso?

Traté de responderle a Susi y no pude, se me había ido la voz.

-¿Julia que tienes? ¡Contéstame!

Susi me sacó de la cama y con todas sus fuerzas me llevó hasta abajo, mamá corrió a auxiliarme y yo ardía en fiebre, rápidamente me llevaron al hospital y tuvieron que internarme, aún no podía ni hablar, llevaba la presión arterial muy alta y mi nivel de glucosa estaba debajo del promedio, papá se llevó a Susi y mamá se quedó conmigo.

¡Maldita Muñeca! #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora