¡Maldita Muñeca! #Wattys2015

Juega conmigo...

Kelly se la pasaba todo el día jugando y peinando a su muñeca, le ponía vestidos que Lupe le hacía y la sentaba en su mesa de té, nada en la muñeca era extraño hasta ese día...

Kelly usaba el collar de vez en cuando pero cuando lo hacía notaba que siempre le pasaban cosas raras, sobre todo en la noche, sentía mucho miedo e irá por dentro, aveces pensaba cosas que ni ella se hubiera imaginado, en su habitación escuchaba pasos que hacían rechinar el suelo de madera, escuchaba como la puerta se abría pero nadie entraba, su habitación se ponía fría y oscura, aveces hasta en las noches de calor en verano, era muy extraño para ella y todo eso la asustaba, así que abrazaba a Mary Anne y le ayudaba a sentirse mejor.

Ese día mientras le ponía un vestido, le puso también el collar, este le quedaba perfectamente, se lo dejó entonces a ella porque el collar le lastimaba el cuello, su madre fue quién lo notó.

-Kelly, ¿Que tienes en el cuello?

-No lo sé, ¿Que tengo?

Martha se acercó para ver y quedó perturbada al notar que tenía una marca roja como roce y hasta hinchado, seguramente era por el collar y su madre le prohibió usarlo, ahora le ponían cremas tópicas y decidió que se vería mejor en Mary Anne.

Días después Kelly comenzó a aburrirse de la muñeca, ya había jugado de todo con ella, desde jugar a la hora del té, hasta jugar de doctora, de mamá, ir al mercado, etc, todos los juegos posibles, así que la puso en la repisa donde guardaba a sus demás muñecas, tenía una gran colección de muñecas de todo tipo, pero prefería jugar a la casita con una preciosa casa de madera que su padre le había fabricado, aunque aveces también se aburría, quizás jugar sola era demasiado aburrido o tal vez ya estaba creciendo, a sus ahora 9 años sentía muy infantil seguir con este tipo de juegos.

Comenzó a jugar con los chicos del vecindario, siempre con la supervisión de Lupe, sin duda era más divertido jugar a las escondidas, a saltar la cuerda y hasta jugaba fútbol, disfrutaba estar con sus amigos, entre ellos Cristina, Iván, Gerardo y Gertrudis, era con los que más bien se llevaba.

Después de jugar todo el día, se preparó para dormir, estaba tan cansada, mamá llegó a darle las buenas noches seguida de papá, era una bonita costumbre que tenían que seguramente los padres de hoy en día ya ni hacen, pues bien, le dijeron buenas noches y se fueron a dormir, Kelly ahora dormía con su oso de peluche y había notado que desde que ya no se ponía el collar todo estaba normal de nuevo.

Esa noche comenzó a caer una fuerte tormenta, Kelly se despertó asustada con uno de los rayos que había caído cerca de la casa, se levantó y se quedó sentada en la cama mientras veía a todas partes, las gotas de lluvia que caían en la ventana hacían una sombra que se dibujaba en las paredes, cuando las gotas se deslizaban parecían sombras que se ocultaban y asustaban a Kelly, miró hasta donde estaban sus muñecas y notó con horror que Mary Anne no estaba, ella ocupaba un gran lugar en la repisa así que era casi imposible no notarla, revisó en los extremos de su cama y no la encontró, asustada corrió al cuarto de sus padres y estos la dejaron dormir con ella, seguramente sabían que la fuerte tormenta asustaba mucho a Kelly.

Al día siguiente Kelly entró a su habitación y para su sorpresa la muñeca Mary Anne estaba de nuevo en la repisa como si nunca se hubiera movido de ahí, asustada salió rápidamente de la habitación para no tener que verla.

Esa noche no durmió bien pensando en el inusual fenómeno que había ocurrido anoche, miraba una y otra vez a Mary Anne para ver si se movía de lugar pero siempre estaba ahí, finalmente se durmió y olvidó todo por un momento, pero despertó cuando comenzó a sentir un poco de miedo, despertó y su corazón latía a mil por hora, miro a Mary Anne y de nuevo no estaba, miro con horror otra vez y esta vez Mary Anne estaba acostada a su lado, sintió tanto miedo que la empujó de la cama y salió corriendo a la habitación de sus padres. Cada noche esto se hacía más repetitivo y los padres de Kelly se estaban cansando de la extraña conducta de Kelly.