Lo que no ves

38

Siento el roce de nuestras erecciones mientras nos besamos, nos separamos un poco cuando el aire nos hace falta.

-Yeol - respiro entre cortado - Yo -

-Si quieres que me detenga solo dilo, no voy a hacer algo que no desees- niego.

-No es eso - apoyo mi frente en su hombro - Desde esa noche no volví a estar con nadie y, uhh, como decirlo - siento la cara caliente - Estoy sucio ahí - me aleja un poco y besa la punta de mi nariz.

-Eso tiene solución - sonríe pícaro - Vamos a bañarnos, yo me encargo de limpiarte - asiento - Prometo ser cuidadoso - junta nuestras frentes.

-Confio en ti - me toma de las caderas, me aleja del mesón mientras me carga sobre su pecho, muerdo su oreja mientras el besa mi cuello - Ahhhh - aprieto los labios, siento vergüenza pero a la vez demasiada excitación.

Sube las escaleras con cuidado, llega a mi habitación, me deja en el suelo, toma el borde de mi suéter de piejama y lo levanta con demasiada lentitud, toma mis labios con los suyos, enredo mis dedos en su cabello mientras baja por mi cuello, llega a mi pecho y toma uno de mis pezones.

-Dios- lo succiona y me siento morir, se aleja y me quejo.

-Voy a llenar la bañera - asiento, me da un beso rápido, se aleja y lo veo entrar al baño, siento todo el cuerpo caliente - Eres tan perfecto - me habla desde atrás, sus manos me sostienen de la cadera y me da la vuelta, toma mis manos y la coloca sobre su pecho - Toda tuya, la puedes quitar - trago y paso mi lengua sobre mis labios para humedecerlos, suelto botón por botón mientras las manos me tiemblan gracias a la adrenalina -¿Me estas torturando?- niego.

-Lo bueno se hace esperar - sonríe tierno - Tengo miedo - bajo la cabeza - Pero deseo esto - él levanta mi barbilla.

-Todo estará bien, lo prometo - asiento - Vamos - me toma de la cadera y me pega a él, sus manos viajan por el elástico de mi pantalón de pijama y lo baja - Prenda por prenda, te toca a ti - suelto su cinturón, quito el botón y bajo el cierre, su pantalón cae al suelo haciendo un sonido sordo gracia a la hebilla - Solo nos queda una prenda - me levanta y enredo mis piernas en su cintura y mis brazos atrás de su cuello - Esos te los quito en el baño - entra conmigo cargada, me sienta sobre el muro del lavamanos, toma mi boca con la de él, el beso se torna desesperado y excitante, sus manos viajan por mi pecho mientras que las mías viajan por su espalda, lo aruño en cuanto toma uno de mis pezones con sus dedos y juega con él.

-Yeol - respiro pesado, una de sus manos baja hasta mi entre pierna y juega con mi pene - Mierda - su boca baja por mi cuello.

-Boxers fuera- toma el borde de mi ropa interior y la baja, la sensación de la tela bajando por mi piel siento que me vuelve loco - Te toca - me muerdo el labio inferior, tomo la toma de su boxer y lo bajo, siento que me ahogo con mi salina en cuanto veo su erección.

-Mierda - lo que yeol tiene de estatura lo tiene de dotado, es grande y gruesa - ¿Eso, eso va a estar en mi? - trago nervioso - Mañana no camino - su risa sale ronca.

-Yo no tengo problema en cargarte o de cuidar de ti todo el día de mañana - se mueve hacia el frente y nuestros miembros de rozan.

-Entonces adelante - sonrió nervioso, me levanta, abrazo su cintura con mis piernas, entra con cuidado a la bañera y se sienta haciendo que el agua se desborde.

Me quedo sentado sobre sus piernas, apoyo mi cabeza en su hombro mientras su mano baja por mi espalda.

-Solo relájate- asiento, cierro los ojos y relajo mis músculos, el reparte pequeños besos por mi cuello y hombro - Voy a entrar - siento sus dedos entre mis nalgas y como uno de ellos roza mi ano, respiro profundo, da pequeñas mordidas en la piel de mi hombro haciendo que me distraiga.