9 S.T

437 46 7
                                    

Lo veo caminar en dirección a mí camioneta, viene con su chaqueta hasta la barbilla mientras que su bufanda le cubre la mitad del rostro.

Desactivo los seguros, me bajo y abro la puerta para él.

-¿Conseguiste lo que se te quedó?- levanta su celular y sonrío - Listo - beso su frente.

-Gracias por esperarme-

-Siempre que lo necesites lo voy a hacer- veo como tiembla - Entra, está haciendo mucho frío-

-Demasiado- sube en el asiento del copiloto, cierro la puerta cuando está bien sentado y corro al lado del conductor, activo la calefacción para que la temperatura suba de manera gradual y no tenga un choque térmico.

Colocó la marcha y salgo del estacionamiento del hospital.

-¿Qué quieres hacer?- manejo con una mano mientras con la otra sostengo la mano de mi esposo - ¿Deseas ir a descansar o quieres que hagamos algo?-

-Mi antiguo jefe me llamó, lo conociste en la boda - asiento - Me pregunta si podíamos pasar un momento por el bar, quería hablar algo conmigo pero dijo que necesitaba que fuera en persona ¿Podemos ir un momento? luego vamos a dónde desees ¿Qué dices?-

-¿Te gustaría ir al cine?- sonríe y asiente feliz - Bien, vamos al bar y luego al cine- él activa la música.

-Hoy me llamaron de la inmobiliaria- lo veo rápido y regreso la vista a la vía.

-¿Qué te dijeron?-

-Consiguieron comprador-

-¿Y qué deseas hacer? Sabés que aún puedes arrepentirte-

-Estuve pensando y no soy capaz de vender la casa, ya no vivo en ella, pero es importante para mí-

-Te dije que podíamos vivir en ella, no hay ningún problema, arrendamos mi apartamento y ese dinero lo vamos colocando en una cuenta para Ha-Neul -

-Es que no quiero que nuestro matrimonio, nuestra vida se haga sobre los cimientos de recuerdos tristes, viví momento increíbles pero el dolor llena mucho esas paredes -

-¿Tienes alguna idea?-

-Si- me detengo en un semáforo en rojo y lo veo - Me gustaría transformar la casa en una guardería comunitaria, solo sería para las personas que no pueden pagar una, que en esa guardería no solo se cuiden de los niños sino que los enseñen y los ayuden -

-Perfecto- me ve y sonríe.

-¿Te gusta la idea?-

-Me gusta la manera en la que tus ojos se iluminan con solo pensar en ayudar a los demás, así que te voy a apoyar en todo - el semáforo cambia y aceleró, el se abraza a mi brazo, beso su mano -Uh amor, yo no sé llegar-

-¿Té acuerda a dónde me fueron a buscar la vez que me conociste?- asiento -Bueno, es a una cuadra de ese lugar -

-Carajo- sostengo el volante con fuerza - El lugar me gusta solo porque te conocí, pero los recuerdos de cómo quédate ese día no me agradan-

-Pero gane- él se acomoda en su puesto sin soltar mi mano - Nunca olvidaré la cara de ese idiota al ver qué le gane-

-¿Dónde aprendiste a pelear?-

-No lo sé, solo recuerdo que un día me estaba defendiendo de un cliente y lo mandé al hospital, desde ese día empecé a ir a peleas callejeras por el dinero que me ganaba-

-¿Lo extraña?-

-A veces, y no por el dinero, sino porque a dan ganas de golpear a más de uno en el hospital y no puedo -

Lo que no ves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora