epílogo

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Cierro la puerta trasera mientras sostengo la canasta de mi hija, está profundamente dormida que no se a dado cuenta que llegamos a nuestro destino.

-¿Vamos a bajar el coche?- veo a mi adorado esposo, la brisa sopla haciendo que su cabello ahora castaño se mueva en todas las direcciones, se ve tan perfecto - ¿Qué sucede? ¿Tengo algo mal?- se mira la ropa - ¿Tengo la cara sucia?- pasa sus delicadas manos por su rostro, me acerco a él y apoyo mi mano en su mejilla.

-Te falta algo – está por preguntar cuando le robo un beso, lo acerco más a mi mientras que él apoya su mano sobre mi pecho – Ahora si – le doy un beso inocente, su rostro está completamente rojo – Eres tan perfecto – Le quitó el gorro que tiene en la mano- ¿Por qué no te lo pones? Se te ve muy lindo-

-¿No me veo muy infantil?-

-No, te ves perfecto- asiente, se coloca el gorro y con mi mano libre se lo acomodo – Listo- tomo su mano y la beso - ¿Estás listo?-

-Solo si tú lo estás-

-Entonces vamos- él se deja guiar por mí, caminamos un momento hasta que llegamos a dónde tengo ya todo preparado para él

-¿Qué es esto?- me ve con un brillo en sus ojos tan hermoso.

-Feliz cumpleaños mi vida- sus hermosos ojos se llenan de lágrimas – Felices 26 años- si labio inferior tiembla y no dudo un abrazarlo - ¿No te gusto?-

-Estos es hermoso Yeollie, yo ni siquiera me acordaba que hoy era mi cumpleaños- lo alejo un poco y limpio sus lágrimas -Muchas gracias-

-No hay nada que agradecer, es con amor- le voy un beso fugaz – Pero mira- señaló en dirección en donde está la sorpresa, el sigue mi indicación.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- nuestra familia y amigos gritan llenos de emoción mientras traen el pastel, mi hija se queja, dejo la canasta en el suelo y la cargo, le doy pequeñas palmaditas en su pañal.

-Tranquila, tranquila- dejo que a mí esposo lo feliciten mientras yo mantengo a nuestra hija dormida.

Cuando ya todos lo han felicitado y brindado sus buenos deseos vienen hasta donde estoy para sentarse, mi esposo se sienta a mi lado y coloco nuevamente a nuestra cielo en su canasta, la cubro bien y la tapo con el protector anti mosquitos.

-¿Estás feliz?- se abraza a mi brazo y asiente.

-Mucho, realmente muchas gracias por esto y por todo- Tomo sus labios con los míos.

-Feliz cumpleaños mi vida- sonríe – Quiero que vengas conmigo a otro lugar-

-Esta bien, ¿Ahora?- asiento, me coloco de pie y el hace lo mismo – Tío, ¿Pueda cuidar de Ha Neul un momento?-

-Claro cariño, dame a mi nieta- le pasó la canasta y él la toma, sostengo la mano de mi esposo y entrelazó nuestros dedos.

-Vamos- lo guío por un tiempo hasta que llegamos a un templo de ancestros, nos detenemos en la entrada y lo veo – Hoy quiero que tengas esto para ti- señaló el templo – Aquí están las memorias dedicadas a tus padres y a nuestra hija- veo el templo – Ellos merecen ser recordados por siempre, que vengas las veces que desees a hablar con ellos- lo vuelvo a ver, su rostro está lleno de lágrimas – Todo este terreno es mi regalo de cumpleaños para ti, puedes hacer lo que desees con él, dejarlo así o construir, o lo que desees, pero mi principal regalo es este templo –

-Yeollie-

-Deseo que puedas venir aquí, que hables con ellos, que te sientas en la libertad de llorarlos cuando los extrañes- limpio sus lágrimas – Aún no los veas, deseo que los sientas y sepas que ellos están tan orgullosos de ti así como yo- asiente – Te amo Baekhyun, mi Baekhyun-

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