Love, Sonic. © [✔️]

៚ƒivє

80 Dias Antes.
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»Hermanos«

❝Creo que solo un hermano es capaz de sentir el dolor, porque tenemos la misma sangre correr por nuestras venas. ❞
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Hace ya 2 años me decidí independizar.
Tenía trece años cuando me separé de hermanos y mi madre.
En realidad; no fue una decisión difícil.
Porque desde tiempo supe que me gustaba más la solidaridad, no precisamente a estar solo y encerrado. Únicamente y como todos, me gustaba tener mi espacio donde puedo estar a gusto.

Para mi madre no le fue nada facil el dejarme salir, de hecho. Se negó rotundamente desde un principio.
Decía que era demasiado jóven.

Me cuestionaba: »¿Por qué un chico de trece años quiere vivir lejos de su madre?«
Larga historia.
Tampoco le dije que los odiaba ni mucho menos.
Pero mi madre y hermanos ya sabían el vínculo con el team.

Duró demasiado para que al final me aceptaran dejarme ir.
Yo necesitaba libertad.

Mi familia vive lejos.
Puedo llegar corriendo en unos minutos.
No había problema.

Hasta el momento habíamos estado en contacto. No los había visitado hace tiempo.

En la mañana recibí un mensaje de Manic, que vendría junto a Sonia.

Supuse que llegarían tarde, eran las 12:00, era hora de estirarme como un gato y correr a kilómetros un rato.

Para mi sorpresa. Al momento de salir de mi casa ya estaban afuera.

—¡Hey, Hermanito! —Manic extiende sus brazos estrechándome con fuerza,  dejando caer las pertenencias.

—¡No me digas que van a quedarse! ¡No tengo camas! —les espéto.

—¿Así recibes a tus hermanos? — me dice Sonia dándome un puñetazo en el brazo cuando Manic me suelta.

—Oh. Lo siento. ¿Qué tal? ¡Me alegro de verlos. —En realidad, no.

—Bastante bien, casual tirando facha. —responde Manic y me aparta a un lado entrando a mi casa. — ¡Hermano, que olor en tu sala! Seguramente acabas de comer Cheetos.

En realidad...me he puesto los calcetines tres veces porque no tenía par limpio. Y las he dejado en la sala.

Sonia entra tras él y enciende el televisor.
Se sienta en el sillón y se estira de brazos.

—¡Que cansancio! Pero ya estamos en casa, que sillón más cómodo eh. —dice Ella.

—Sonia. Huelen a calcetín.

—Ni te quejes, los calcetines de nuestro hermanito no huelen ni la mitad de horrible que los tuyos—responde ella.

—Pensé que llegarían más tarde. Estaba apostando a que podría salir a correr. —digo yo. Cerrando la puerta.

—No hay nada bueno en tu televisor, Hermano. Solo tienes el canal 5, ¿Es encerio? —dice Sonia—. Y de remate está saliendo la Rosa de Guadalupe.

Manic se dirige a la cocina y busca en el almacén.

—¿No tienes nada de comer? Tienes comida echada a perder. —hace una mueca de asco, cerrando el refrigerador. —Oh, una Manzana. Al menos.

—Ahora que lo pienso no e salido de compras. —digo.

— Deberías. — añade Sonia apagando la tv y dirigiéndose a nosotros—. ¿Qué tal van las cosas hermano? Aparte de nada.

—Bastante bien por ahora. —respondo arrastrando la silla del comedor para sentarme—. Salgo a correr como de costumbre. Ahora lo iba a hacer pero llegaron.

—Te dije que vendríamos. —contesta Sonia.

—Da igual Sonic. —contesta Manic—. Por cierto. ¿Qué tal van las cosas con Amy?

Su pregunta me hace dudar.
¿A qué se refiere?

—Pues bien. —respondo—. Como siempre.—Manic reprime una carcajada— ¿A qué viene eso?

—Oh, nada. —da una mordida y contesta con la voca llena—; Ya sabes, creía que ya habria conseguido lo que quiere.

—¿Cómo que lo que quiere? —cuestiono.

—No le hagas caso. — dice Sonia.

Manic traga y alardea:

—Ya sabes hermano. Está loca por ti, no me digas que ya no te corretea por todas partes.

Me sobresalto. Pero disimulo.

—No. Ya no. —digo con tono neutro y me llevo la mano hacía atrás revolviendo una pua.

—¿Seguro? —insiste— A decir verdad esa eriza es linda, tiene un rosa claro de piel y los ojos verdes como las esmeradas. Pero claro que tiene su lado malo...recuerdo que es muy flaca, y bastante baja de estatura, y que también tiene una voz chillona y vanidosa que dice —junta ambas manos, y mira al cielo como si se tratara de un recital, y finge voz de mujer—; "Ooh, Dios mío, mira a mi Sonic lo que le-"

—Ya está bien, Manic. No tienes que denigrarla —le hago callar y me cruzo de brazos. Me siento irritado. Es la primera ves que escucho decir de alguien eso, toso y continuo— Amy ha cambiado, es muy madura y ya no me persigue, es fiel al equipo y siempre está lista para enfrentar a cualquiera.

Escuchar a mi hermano hablar boberías de mi amiga, no es nada agradable.
Manic siempre a dicho que Amy es bella, claro, no deja de joderme con lo mismo.

—Pregunta eso porque es tan aguado como la sopa de conchitas —tercea Sonia— no le hagas caso, Sonic. Solo que Manic no tiene temas de conversación.

(....)

Estabamos  tirados sobre el sofa. Sonia preparó palomitas y como no había más canales que nos tuvimos que abstener.

Quería salir a correr, pero también era tiempo de pasar tiempo con mis hermanos.

—Sabes Manic. —le digo—. Eres como el té de Manzanilla.

—¿Como? —cuestiona.

—No sirves para nada pero caes bien.

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1.5 editado.