Love, Sonic. © [✔️]

✲ƒiƒτєєท

29 Días Antes
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»Noche Estrellada«

❝Los talentos están dentro de nosotros, tal vez muy dentro. ❞
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Estamos todos reunidos.
Pero está vez no en mi casa, si no en la de Amy. Nos hizo una especie de convocatoria para reunirnos.

¿La razón?
Preparó un montón de postres y comidas, por si se lo preguntan; No, no es cumpleaños de nadie, es una extraño comportamiento de ella cocinar a puños cuando se le da la gana.

Aunque no es tan malo, hace felices a todos. Tal y como dice ese dicho “barriga llena, corazón contento”

Y pues bueno, tengo hambre.
Esta semana estuve ayudando a Tails, ya me lo permitió, aunque su amigo sigue llendo al taller, de vez en cuando.

— Pásame ese de ahí. —señala Knuckles con el dedo índice a la salsa que está a un lado de mí — ¡Esa salsa que me escalda la lengua!

Rouge a un lado de él, le da un codazo y escucho que le susurra.

— Eeh, nada de albur.

—¿Albur? ¿Quién dijo algo de albur? — contesta él por lo bajo.

—Shhhh. — sentenció Rouge. Él iba a abrir la boca y escucho que le da un pizotón en el pie bajo la mesa.

—¿Está todo bien? — pregunta Amy mirando a Rouge y Knuckles. Dejando los últimos panecillos blancos sobre la mesa.

—¡Uuuuh! ¡Fajitas! — Jet toma un poco sirviéndose.

No entiendo cómo no nos cobra.
La veo regresar de nuevo a la cocina, trae un delantal blanco con estampado de flores y un vestido naranja, con un montón de naranjitas por todo el estampado.

Tiene el pelo recogido en un moño alto, se le ve diferente. Parece más niña de lo que es.
Le he visto que tiene algunas marcas de harina sobre la cara, creo que dejó algo en el horno.

Tengo la mirada perdida hacia cocina.
Imaginándome como es que hace todo esto.
Se me ocurren muchas cosas en qué podría sacar provecho ella de eso.

Alguien carraspea a mi lado.
El moño rosado de Amy se ve desde aquí, escucho el el choque de las caserolas.

Vuelven a carraspear a mi lado. Quieren  llamar mi atención;
Me volteo y es Tails.

—¿Eh? — digo — No gracias.

—Si yo no eh abierto la boca.

—Ah.

[.....]

En un rato. Miro el reloj pasan de las 9:34 de la noche. Espero que la cena no me caiga pesada, eh cenado de todo lo que ella a puesto sobre la mesa.

Todos empiezan levantarse.
Cream y Vainilla son las primeras en irse.
Rouge dijo que Amy también había invitado a Shadow. Pero que ni siquiera le dió respuesta.

Jet y Wabe se despiden y se marchan.
Solo quedamos Tails, Amy y yo.

Pero al poco tiempo, Tails también nos da las buenas noches y decide salir de la casa. Yo me salgo con él, aunque solo hasta la puerta. Le dije que en un momento más, lo alcanzaría. 
El sonido de un grillo se empieza a  escuchar en un rincón de la casa, Amy se quita el delantal. Yo estoy sentado fuera, en las escaleras de su porche.

—Te veré mañana — Tails se detiene a unos metros de mí — La máquina de aire está quedando bien.

—¿Scourge va a ir?

—Me dijo que sí. A decir verdad me está ayudando a confeccionar lo más rápido. Eso me alegra. Descansa, ¡Ah! Puedes llegar tarde. No me haces falta para los tornillos.

Yo abrí la boca. Pero él ya había dado marcha a sus dos colas y se aleja.

Que crudo ha sonado. Aunque no creo que sea su intención. Pese a todo hasta ahora, mi vista se pierde en la noche, tan estrellada, la luna llena está tan brillante.

Escucho unos pasos tras de mí.
Amy se sienta a un lado.

—¿Ves las estrellas? — dice ella.

—Si. — me giro a verla. — a propósito. Quería decirte algo.

— Dime. — junta los pies y los abraza.

— Primero. Te daré el cumplido; tú cena como siempre es una exquisitez. Segundo; ¿Porque hiciste demasiada comida? ¡Casi reviento!

Ella se ríe.

— La verdad no lo sé.

— Se te da demasiado bien Amy, lo digo enserio. Esto se te da de maravilla. Preparas unos postres bestiales, tendrías que abrir una pastelería.

Sigue sonriendo.
Aunque derrepente parece apagarse.

— No puedo hacer eso.
—¿Por qué?
—¿Con qué dinero?

—No sé. — me encojo de hombros — ¿Cómo hace la gente para abrir un negocio? Piden un préstamo de emprendedores. ¿No?

Amy chasquea la lengua.
Haciendo un mohín.

—No es realista.
—Entonces, ¿Lo habías pensando?
—Pues claro. Todo el mundo se plantea como ganar dinero haciendo lo que le gusta.

— Sí. Pero no todo el mundo tiene tanta pasión y talento para hacer algo con lo que puede ganar mucho dinero.

Amy es una persona con dominio hemisferio derecho del cerebro, y siempre me hace cosas interesantes y retadoras. 

—Hay pasteleros bastante mejores que yo. — dice ella.

—No sé. — le estoy hablando totalmente en serio — Eres realmente buena. Y mírate. — me levanto y la miro de frente — En tu tiempo libre te dedicas a practicar con moldes de todo tipo. — hago una pausa y continúo — Piénsalo. Al menos piénsalo.

— No es realista. —vuelve a decir.

Levanto las manos exasperado.

— Solo digo que lo pienses.

Se queda callada. Me espero a que diga algo.
Está mirando hacia un lado. Después de un rato vuelve a mirarme.

—¿De verdad crees que me iría bien en lo de la pastelería?

Yo asiento.

—Mejor que nadie. Creo en tí.

De pronto vuelve a sonreír. Se pone de pie en el escalón. Yo estoy en el último viéndola, fijamente. De pronto se arroja a mis brazos.

—¡Espera, No, Amy! — me está apretando.

— Gracias...Sonic— Me susurra. Tiene su cabeza recostada sobre mi hombro, la siento moverse y me da un beso en la mejilla.

—¡Okey okey! — la separo de mí — ¡No nos exedamos! — creo oírme hablar nervioso, Amy parpadea un par de veces y después sonríe — Es más. Voy a ayudarte a hacer tu tienda.

—¿De verdad! —se vuelve a arrojar a mi con más fuerza. — Te quiero demasiado.

Estoy un poco plasmado, tengo las manos sueltas. De pronto, le rodeo la espalda con mis manos. Esta vez correspondiendo su abrazo.

La voy a ayudar.
Si tenemos talento para algo, no hay que desperdiciarlo.

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.15 editado.