Harry Styles es ciego desde los diez años, cuando un fatal accidente lo dejó huérfano y sin visión.
Criado junto a su abuelos y tras rechazar en dos ocasiones los implantes oculares, este luchará por superarse y conseguir sus ansiados sueños.
A sus...
El día señalado al fin llegó y un entusiasmado Harry y unos afligidos abuelos, cargaron el equipaje de este en el coche y pusieron rumbo a la Universidad Nacional de la cuidad.
Al llegar comprobaron la cantidad de familias que allí había, todos estaban despidiendo a sus hijos, sobrinos, amigos o nietos, era una locura.
John aparcó su vehículo y acto seguido, el ojiverde se bajó.
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...-Espera cariño, déjame que coja mi bolso-dijo Mary volviendo a abrir la puerta.
-Apresurate abuela, tengo muchas ganas de conocerlo todo.
Tras coger las maletas y preguntar a unos estudiantes veteranos, el invidente muchacho y sus abuelos se dirigieron al interior del edificio, donde se encontraban las habitaciones.
Uno de los alumnos del último curso, se encontraba en la puerta y entonces les detuvo.
-Hola, soy Liam, bienvenido, ¿Eres uno de los estudiantes de la beca especial no?-todos asintieron-... ¿Cuál es tu nombre?.
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-Hola, soy Harry, Harry Styles.
El chico asintió mientras revisaba la lista que tenía en sus manos.
-Ah si, aquí estás-dijo al encontrarlo-... tu habitación es la veintiocho, en el segundo piso.
-Gracias, muy amable-Dijo entonces Mary agradecida-...Vamos, mi niño.
Tras subir cada uno de los escalones, finalmente llegaron a la puerta indicada.
-Oye...¿Tú eres uno de los chicos de la beca especial no?-Habló alguien tras ellos.
Estos se giraron y asintieron.
-Ok... yo soy Niall y estoy en la habitación del fondo, no dudes en pedirme lo que sea—Habló el rubio.
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El ojiverde sonrió, entonces este le cogió la mano y se la estrechó.
-Yo soy Harry Styles, gracias eres muy amable.
Ya iban a adentrarse en la habitación cuando este chico llamó a alguien más.
-Hey Tommo, ven aquí...tu nuevo compañero ya está aquí.
-Ahora mismo voy-dijo una aguda voz saliendo de la habitación contigua.
Alguien con un paso muy firme y aroma a cigarro apareció.
-Hola, soy Louis Tomlinson y seré tu compañero y guía, Harry—Habló estrechandole la mano también.
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El ojiverde sintió algo extraño por su espina dorsal corrió una corriente eléctrica que le erizó la piel, al escuchar su nombre de la boca del chico y al sentir su mano.
-Ho-Hola e-encantado- Balbuceó este con timidez.
-Hey tranquilo, no muerdo...seremos muy buenos amigos.
Luego de entrar a la habitación, la abuela de Harry acomodó la ropa y los utensilios de este, mientras el ojiverde lo inspeccionó todo con la ayuda de su compañero que no le quitó los ojos de encima en todo momento.
La despedida fue bastante triste pues aunque el rizado estaba encantado de estar allí, sentía la pena de sus abuelos pues estos se quedarían nuevamente solos como antes de su accidente.
...-Hablaremos todos los días, ¿Verdad mi niño?
-Claro abuela, tranquila...como te dije ni notarás que me he ido.
-Ten mucho cuidado, ¿De acuerdo?.
-Si, deja de preocuparte tanto, estaré perfectamente.
-Tranquilos- habló entonces Louis poniendo su brazo en el hombro de este-...Cuidaré muy bien de su nieto, se lo prometo.
Ambos abuelos asintieron.
-Está bien, nos vamos ya... Cuídate mucho, mi niño, te amo-Se despidió su abuela dándole un beso en la frente.
-Adiós cariño, sé fuerte-se despidió también su abuelo-...estoy muy orgulloso de ti, adiós.
-Adiós, hasta el fin de semana.
Tras irse estos, ambos chicos se sentaron en sus respectivas camas.
-Oye, ¿Puedo hacerte una pregunta?-habló el ojiazul algo dudoso.
-Si, claro, preguntame lo que quieras.
-¿Cómo perdiste la visión?
Harry resopló con pesar mientras dejaba su bastón a un lado de la cama y se quitaba las gafas.
-Fue a los ocho años...mis padres y yo tuvimos un accidente de tráfico...un camión se saltó un stop y nos arrolló.
-Wow, tus ojos son hermosos—exclamó el mayor embobado, parecen esmeraldas...los míos son azules.
—¿Ah sí?, como el mar, lo recuerdo.
—Oye y...¿Dó-Dónde están tus padres?-Volvió a hablar el mayor algo temeroso de la respuesta.
-Ya no están conmigo...ellos murieron en el acto.
-Oh mie-mierda, lo siento...y-yo no sabía, perdona.
Harry asintió con una amarga sonrisa.
-Tranquilo... ocurrió hace ya mucho tiempo.
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