60. Una luz en mi oscuridad - Larry Stylinson -Terminada

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Durante el sábado y el domingo, tanto Louis como Harry hicieron cosas cotidianas con sus respectivas familias.

El rizado ayudó a su abuela en la cocina como tantas veces había hecho anteriormente, luego fueron a pasear por los alrededores y también charlaron mucho.

Louis salió de comprar con sus padres, también a pescar con su padre y también visitó a sus tíos en el bar de estos.

A pesar de estar felices por estar con sus seres queridos, los chicos no pudieron evitar ponerse tristes y pensar él uno en el otro, a cada momento del día o de la noche.

Tanto la madre de Louis, Jay como Linda, la abuela de Harry, notaron los repetitivos y extraños silencios de estos, por lo que no dudaron en preguntarles por sus preocupaciones, en cuanto tuvieron la ocasión.

...-Mi niño, ¿Estás bien?

-Si abuela, muy bien.

La mujer se sentó junto a su nieto, el cual estaba sentado en una silla de la cocina.

-¿Estás preocupado por algo de tus estudios?.

Este sonrió.

-No abuela, estoy muy contento con eso.

-Entonces ¿Qué es lo que te pasa?, sé que algo te está rondando en esa cabecita tuya-habló nuevamente ésta, mientras soltaba un suspiro.

-Abuela, ¿Soy feo?.

Ella sonrió tiernamente.

-Eres un niño muy hermoso, el más hermoso de todos.

El rizado resopló con ternura.

-Venga abuela, esto es en serio.

-Lo digo en serio, mi niño.

-Dices eso porque eres mi abuela y me quieres, ¿Verdad?

La mujer le tomó las manos y se las llevó a la cara de este para que se tocase a sí mismo.

-Eres un chico muy lindo por fuera y por dentro, mi niño...tu cara es preciosa y eres un chico muy bueno y amable.

El ojiverde miró al suelo con pesar.

-Entonces, ¿por qué a nadie le gusto?, ¿Por qué no tengo novio?.

La mujer suspiró profundamente.

-Bueno, quizás no ha llegado el momento.

Este frunció el ceño con molestia.

-Y nunca llegará... nadie desea a un chico ciego.

Su abuela lo miró extrañada.

-¿Por qué dices eso?, nunca te había preocupado eso, ¿Acaso alguien te ha rechazado?, ¿Un chico?.

Este negó con la cabeza.

-No exactamente pero no sé porqué no me besó.

-¿Besarte?-preguntó ella con asombro.

-Si, bueno ...él y yo estuvimos a punto pero en el último momento el se echó atrás.

-¿Ese chico te gusta mucho no?

El rizado asintió.

-Si, abuela...me gusta mucho porque es bueno y amable pero además cuando toqué su cara, sentí que era hermoso pero se comporta de un modo confuso.

-¿Confuso?

-Si...a veces creo que le gusto porque noto que se siente bien conmigo pero otras en cambio me aparta o me da un corte seco...es como si algo le impidiera mostrar lo que realmente siente.

La mujer suspiró con tristeza.

-¿Por eso crees que tu cara y tu ceguera son el problema no es así?.

El rizado asintió.

-Si abuela, lo creo, ¿Que crees que debería hacer?

La mujer lo abrazó fuertemente.

-Debes preguntarle directamente...siempre te has caracterizado por afrontarlo todo y de esa manera, has superado los obstáculos... esto no debería ser menos.

-Pero ahora tengo miedo...me aterra que me diga que no le gusto, me duele el corazón tan solo de pensarlo.

Linda suspiró con pesar una vez más.

-Mi niño, eso es el amor y debemos sentirnos afortunados si este es correspondido pero también asumirlo con entereza cuando no lo es...estoy segura que algún día alguien verá lo maravilloso que eres y te amará como tú te mereces.

-Gracias abuela, te quiero.

-Y yo te quiero a ti, mi niño.

En su casa, también su madre y el guía mantuvieron una charla cuando esta se lo encontró acurrucado en la ventana de su habitación.

-Hijo, ¿Estás bien?, pareces preocupado, ¿Le ha sucedido algo a Ed?

-No mamá, no le ha ocurrido nada... es solo que no mejora de su enfermedad y yo estoy muy...

-Estás harto, ¿No es así?

Louis miró a su madre con asombro y acto seguido asintió con la cabeza.

-Es que siento que ya no es lo mismo...ya no lo amo como antes.

La mujer lo abrazó y le dio un tierno beso en la cabeza.

-Cielo, es normal que te sientas de ese modo...eres muy joven y es muy difícil llevar una relación de esa envergadura.

-Si pero si lo dejo él seguro que se lastimará de muevo ¿y si se muere?, ¿Si nadie llega a tiempo?, ¿cómo podré vivir con ello?.

Pam lo miró fijamente y a continuación lo abrazó de nuevo.

-Cariño, nada es tu culpa y no debes permitir que ese chico lo use para retenerte...hasta ahora no te he dicho nada pero he visto que actúas diferente, creo que además de preocupado estás triste y agobiado, ¿Hay algo más verdad?

El ojiazul la miró y luego suspiró con resignación.

-Así es mamá, creo que me estoy enamorando de otro chico.

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