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Cuando Louis volvió a la habitación ya pasaban de las nueve, ya que había estado evitando regresar pero finalmente lo había hecho con la idea de preparar la cena para los dos.

Todo estaba oscuro y llamó a Harry pero este no contestó, entonces caminó hasta la cama de este y vio que ya estaba dormido.

-Lo siento- susurró en un entristecido suspiro-... lamento mucho haberte lastimado.

Sin ganas de prepararse nada para meter en su vacío estómago, tan solo cogió una muda limpia, una toalla y se fue a la ducha.

Mientras el agua caliente corría por su cuerpo, este no dejaba de pensar en el casi beso entre el rizado y él, en los finos labios de este, en su rico aroma y en su delgado cuerpo pegado al suyo, entonces y sin previo aviso, tuvo una erección.

-Oh mierda

El ojiazul intentó no hacer caso y siguió frotándose con la esponja pero le fue imposible pues el agua rozaba su glande continuamente y le producía espasmos de placer.

Irremediablemente tenía que liberarse o no podría descansar, así que cogió su pene con la mano y comenzó a bombearla mientras de su boca salían jadeos y suspiros de placer.

Su mente lo asedió con eróticas imágenes de su compañero de habitación y tras unos breves minutos, este se corrió.

-Aaaah joder....aaaah señor...chico valiente, ¿qué es lo que estás haciendo conmigo?

Tras recuperar el aliento, este se secó, se vistió y salió de baño.

Ya iba a acostarse pero entonces se detuvo y camino hasta la cama de Harry nuevamente, lo miró durante un breve momento y entoces se inclinó para darle un beso en la mejilla.

-Dulces sueños, chico valiente.

Luego de eso, este se fue a su cama sin percatarse de que su compañero se había despertado y lo había escuchado todo.

Ambos se durmieron minutos después pero el ojiverde no tardó en volver a desvelarse pues nuevamente su compañero se puso a hablar en sueños.

...-No, principito...no lo hagas... perdóname...perdóname....no lo haré más... estaré contigo siempre... siempre...Perdón...Perdón...

El rizado se incorporó y se sentó en la cama.

-¿Quién es ese tal principito?, ¿Por qué le pides tanto que te perdone?, ¿Que secretos escondes Louis?-preguntó en voz baja.

De repente este paró de hablar,  volvió a tumbarse y algo preocupado volvió a dormirse.

A las siete en punto, su despertador volvió a despertarle, entonces se levantó y tras coger su bastón al lado de su cama, anduvo hasta la cómoda.

Supo que su guía estaba durmiendo pues escuchaba su pausada respiración, así que tras soltar un apenado suspiro, cogió su ropa y se metió al baño.

Tras terminar de alistarse, este volvió a salir con idea de prepararse su desayuno.

-Ya estás vestido-escuchó hablar a su compañero-... siento haberme dormido y siento también no haber llegado a tiempo para hacer la cena, perdón.

El menor asintió con pesar.

-Tranquilo, tampoco tenía mucha hambre.

Louis vio que este se dirigía a la cocina y entonces corrió hacia él y lo detuvo.

-Por favor chico valiente, déjame cumplir con mi deber...siéntate, yo haré el desayuno, por favor.

El rizado asintió conforme y cambiando el rumbo, caminó hasta su cama y se sentó a esperar.

Creyó que su compañero iría a donde había dicho pero sus pasos no sonaban como si se alejaran, sino todo lo contrario pues este se había sentado frente suya.

-Lo siento mucho, Harry.

El menor sonrió.

-Ya te has disculpado antes ...¿por qué lo estás haciendo de nuevo?

-Ahora me estoy disculpando por lo que ocurrió antes de que me fuera.

-¿Y qué ocurrió según tú?-preguntó el ojiverde poniéndose nervioso.

-Me refiero al casi beso...sé que tú esperabas que te besar....

Rápidamente Harry se levantó y caminó unos pasos.

-No sé de que me e-estás hablando...y-yo no...y-yo no esperaba nada.

El ojiazul suspiró y siguiendo un irremediablemente impulso, se levantó también y lo abrazó por detrás, gestó que hizo sonreír al ojiverde.

-Lo siento mucho de verdad, no pienses que no quería hacerlo, porque si quería.

El rizado deseó que el tiempo se detuviese en ese mismo instante pero un nombre seguía dando vueltas en su cabeza.

-Oye Lou, ¿Quién ese principito del que hablas en sueños?

Su compañero lo soltó con rapidez y acto seguido cogió las mochilas y el bastón con un más que notorio nerviosismo.

-Se hace tarde...emm, debemos irnos ahora mismo.

-Pe-Pero no hemos desayunado aún.

El ojiazul suspiró profundamente.

-Luego puedes tomarte algo en la cafetería...debemos irnos ahora.

-¿Esto lo estás haciendo para evitar contestarme no es así?... dime quién es él -exigió el rizado algo molesto.

El guía entonces resopló y tras cogerlo de la mano tiró de él hasta la puerta.

-No es nadie...nadie que a ti te importe.

Con esas palabras cortantes, Harry supo que el portador del apodo era alguien doloroso para su compañero, así que entristecido, optó por no insistir más y obedecer.

-Está bien, como tú digas.

.....

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60. Una luz en mi oscuridad - Larry Stylinson -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora