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Entre besos y caricias el calor fue en aumento.

Louis le quitó la camisa sin dejar de besar el cuello del menor y la tiró al suelo.

...-Eres tan hermoso cariño, te deseo tanto.

-Y y-yo a ti-jadeó deseoso el ojiverde.

-Quiero hacerte el amor-le susurró en el oído el ojiazul.

Harry solo fue capaz de soltar un erótico gemido, el cual Louis entendió como un gran "SI".

-Sé que es tu primera vez, cariño... iré con cuidado.

Sin esperar más, el ojiazul se levantó, se sacó la camisa y los pantalones y tras coger un condón en la mesita, volvió a subirse a la cama.

Entre beso y beso, Louis fue sacándole el resto de la ropa al encendido menor, el cual gemía y jadeaba sin descanso ante tanto placer.

Con decisión palpó el bulto del rozado haciendo que este se sobresaltase en un electrizante espasmo.

-Oh jo-joder

-Estás muy duro, cariño...creo que tendré que hacer algo con esto-le susurró el ojiazul-...voy a probarte una vez más.

Dicho esto, este dejó de besarle el cuello y las clavículas y comenzó a descender por el cuerpo de Harry, dejando pequeños besos y mordiendo cada centímetro de la suave y delicada piel.

Cuando poco después llegó a los boxer, lentamente se los quitó, desvelando el maravilloso jardín de locura que el rizado tenía entre sus piernas.

Este se acomodó entre estas y siguió besando esa zona, la ingle, el interior de los muslos, los testículos y finalmente la necesitada polla de este, la cual agarró firmemente con la mano y se la metió totalmente en la boca.

-Oh jo-joder-gimió Harry al sentirlo.

Louis sonrió y comenzó a chupar, lamer y acariciar, causando estragos en el menor, el cual se retorcía de placer agarrándose al cabecero de la cama.

-Eres delicioso, cariño- volvió a susurrarle-...joder, es todo un espectáculo verte gozar.

El rizado jadeaba y suspiraba enloquecido y estos fueron en aumento cuando el mayor incrementó el ritmo en la mamada.

-¡Me corro!, ¡me corroooo..!-chilló el menor sin poder aguantarlo más.

Louis se lo tragó todo, sonrió y gateó por el cuerpo de este hasta llegar a su boca, la cual besó con pasión, dejando a este casi sin aliento.

-Te amo, chico valiente.

Sus miembros se frotaban entre si causando estragos en sus sentidos.

-¡Oh joder!, ¡fólla-me!, ¡Follame!- exclamó el rizado irremediablemente excitado.

-Debo prepararte antes, cariño o te dolerá demasiado.

-¡Pues hazlo ya!, ¡no puedo soportarlo, Lou!

La entrada de Harry era rosadita y estaba deseosa de atención, así que el mayor chupó uno de sus dedos y lo introdujo poco a poco entre chillidos y jadeos de este, que pronto se convirtieron en suspiros de placer al comenzar a meterlo y a sacarlo del interior.

Poco después, fue introducido un segundo dedo y metiéndolos y sacándolos en forma de tijera, provocó que el menor enloqueciera más aún.

-¡Oh joder!... ¡Esto es increíble!, ¡Sigue por fa-vor, por favor!- gritaba este con desesperación.

Cuando el ojiazul vio que Harry estaba más que preparado, sacó sus dedos y se acomodó entre las piernas de este.

-¿Preparado, cariño?-le preguntó.

El menor asintió, apretando sus labios y agarrándose a los hombros de este.

Louis sonrió y tras ponerse el condón, alineó su polla con la entrada de éste y comenzó a introducirse poco a poco.

-¡Oh mierda!... ¡Oh joder, me due-le!...¡Eres enor-enorme!.

-Sssshhhh..., tranquilo chico valiente... pronto te será placentero.

Todo su polla fue introducida y tras esperar unos segundos a que el rizado se adaptase a su grosor, este empezó con un vaivén de suaves estocadas que sumió a los dos en un inmenso placer.

-Te amo, cariño

-Yo también te amo

El menor rasguñaba la espalda del ojiazul producto del éxtasis que sentía, mientras que abría más sus piernas, haciendo fuerza para que éste llegase más adentro.

-¡Oh Lou!, ¿Dón-dónde has estado to-da mi vi-da?.

Esas palabras provocaron una sonrisa en el mayor, las cuales también hicieron que incrementase el ritmo de las penetraciones.

-¡Oh mierda!, ¡Oh joder!, ¡Ooooh siiii...!, voy a correrme si sigo así, chico valiente.

-Pues hazlo, Lou...hazlo

Tras unas estocadas más...

-Aaaaah.....

Tras liberarse completamente, el mayor se bajó de este y entonces agarró nuevamente la polla de Harry y comenzó a bombearla haciéndolo jadear.

-¡Oh joder voy a correrme!

-Si cariño, correte para mi.

El rizado volvió venirse de forma brutal, en medio de enloquecidos gemidos.

-¡Oh joder Louuuuu....!, ¡esto es increíble!

Tras quitarse el condón, el mayor sonrió orgulloso y a continuación se desplomó al lado del adolorido ojiverde.

Luego de recuperar el aliento, ambos chicos volvieron a besarse una vez más y acto seguido se abrazaron y se acurrucaron, quedándose en cuestión de minutos, profundamente dormidos.
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Bueno pues ya estamos en la recta final de esta historia, espero que os esté gustando mucho.

60. Una luz en mi oscuridad - Larry Stylinson -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora