Zoe Davis
Yo no quería estar aquí. Me sentía mal y Niall había insistido en ir a una habitación para que me pudiese tumbar y así relajarme. Yo le hice caso, no podía decirle que no. Mis parpados y mis músculos cada vez se aflojaban y sentía que me iba a desmayar allí mismo.
No sabía que estaba pasando, pero la sensación se repetía. Algo parecido ya lo viví una vez. Ninguna de las dos veces sentía el control sobre mi cuerpo.
Entramos en una habitación y rápidamente Niall cerró la habitación.
—No cierres —le dije asustada.
Odiaba las habitaciones cerradas con cerrojo. Me producían pánico y claustrofobia.
—Tranquila, así estaremos más tranquilos —dijo, acercándose más a mí.
Lo miré en todo momento, pero mis parpados pesaban. Se paró a muy pocos centímetros de mí. Y ni un segundo después ya tenía sus labios en mi cuello.
El pánico y la vulnerabilidad me inundó.
—Para, Niall.
No me hacía caso y sin ponerle mucho esfuerzo ya me tenía tumbada en la cama. Intenté removerme, pero todo su peso estaba encima de mí y me impedía la movilidad. Me sentí atrapada y el pánico me inundó.
Las lágrimas salieron sin yo apenas notarlo. Mi respiración se aceleró y sentí como el aire me costaba llenar los pulmones. Me sentía que me estaba ahogando a cada beso que dejaba por mi cuello.
—No...
—No te muevas —demandó.
Nunca lo había escuchado así. Daba miedo. Se suponía que era un amigo. Yo había ido a verlo después de que Nathan le pegase una paliza y no me quiso decir el porqué. Era cosa de ellos dos. Pero desde entonces, se unió a nuestro grupo de amigos y nos lo pasábamos muy bien.
Pero ahora...
Me empezó a subir la camiseta, y yo sin poder responder, dejé que me la quitase.
—No quiero esto —le recordé con la voz temblorosa.
Mi voz estaba llena de pánico y las lágrimas seguían rodando. Quería hacer algo, pero ni mi cuerpo ni mis músculos respondían. Ni siquiera podía gritar.
—Así me sentí yo, zorra.
—Niall...
—Todas las veces que me humillaste con tus estúpidos amigos —me besó los pechos.
Quería responderle, pero no podía parar de llorar.
—Hacía tiempo que quería hacer esto. Quiero arruinarte la vida como me lo hiciste tú a mí.
No, no me podía estar pasando esto a mí. Ya pagué por todo lo que hice, ya deseé morirme una vez. No quería volver a sentirme así. Yo no me merecía esto. No quería nada de esto. No...
—Déjala —se escuchó a través de la puerta.
Estaban aporreándola.
—Hijo de puta —esa voz me sonaba.
Más golpes. Niall seguía besándome el cuello y los pechos.
—Déjala carbón.
—¡Déjame! —le grité a Niall cuando no dejó de quitarse el pantalón.
—¡No!
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SERENDIPITY
Romance𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲: descubrimiento o hallazgo valioso, afortunado o inesperado que se produce de manera accidental, casual o cuando se busca otra cosa. PRIMERA PARTE bilogía Sempiterno Dos personas que cuando menos se lo esperan, se encuentran...