CAPÍTULO 19

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Zoe Davis

Habían sido unas de las mejores navidades que había tenido hasta el momento.

Jake y yo partimos juntos de la universidad y nos encontramos con papá en casa. Hacía ya unos meses que no lo veíamos, y me alegré al ver lo feliz que estaba.

Nos dimos un abrazo que seguramente duró unos minutos. Nos pusimos al día de todo. Nosotros le contamos todo lo que había pasado en la universidad, menos el problema de Jake, y él nos contó todo lo que pasó en sus viajes.

El día de navidad hicimos como cada año: cocinar todos juntos mientras reíamos y bailábamos al ritmo de la música.

Nos arreglamos los tres ese mismo día para cenar juntos en el salón de casa. Igual no teníamos una familia numerosa, pero éramos suficientes nosotros tres para hacer de las navidades la mejor época del año.

Ese día quise llamar a Nathan para felicitarle el día de Navidad, pero como no habíamos hablado desde que nos fuimos, ni siquiera un mensaje, no quise interrumpirlo. Y aunque quisiera no haberlo hecho, me empecé a comer la cabeza.

Igual se había dado cuenta de que todo esto era una locura y había decidido cortar la relación que tuviésemos de esta manera, enfriándola.

Intente no pensar en él para poder disfrutar al cien por cien de mi familia. Era una de las pocas veces que estábamos los tres unidos sin tener que hablar de problemas pasados. Solo disfrutamos el momento y de estar juntos.

Por la noche, nos sentamos en el sofá con el pijama y chocolate caliente. Delante de nosotros, el fuego calentaba la estancia y daba una calidez al hogar que llamaba casa que muchas veces faltaba.

—¿Entonces, todo bien por la universidad? —nos preguntó papá.

—Sí, los trabajos bien y los exámenes genial —respondí.

Nos quedamos en silencio, mirando al fuego. Estos momentos con ellos me encantaban. Sentados en el sofá, yo entre medio de ellos, abrazados los tres con una manta por encima y el calor del chocolate a través de la taza que tenía en mis manos. No necesitaba nada más para ser feliz.

—Tengo algo que deciros, chicos —dijo papá, removiéndose  en el sitio.

—Yo también quiero deciros algo —habló mi hermano—, pero empieza tú, papá.

Mi hermano y yo miramos a papá a la espera de que hablase. No sabía que tipo de cosa nos tenía que decir, pero parecía bastante nervioso. Se removió en el sofá, bufó y apartó la mirada del fuego para mirarnos a nosotros.

—No sé cómo decirlo —sonrió levemente.

—Solo dilo, te apoyaremos sea lo que sea —le sonreí.

—Estoy conociendo a alguien.

Guau.

Miré a Jake. Nos sonreímos. Hacía tiempo que Jake y yo pensábamos que papá podría conocer a alguien. Lo de mama ya es pasado, necesita avanzar. No puede seguir viviendo de un recuerdo y encima de uno tan horrible.

Creo que había sido una de las mejores noticias que me habían dado.

—Enhorabuena, papá —Jake pasó el brazo por detrás de mí para darle en el hombro a papá—. Te lo mereces.

Sentía que poco a poco mi familia volvía a la normalidad. Estábamos saliendo poco a poco de esa oscuridad que no parecía tener final. Papá había encontrado a alguien con quien continuar, Jake tenía a Scarlett a su lado en todo momento, y yo podía decir que Nathan me había hecho abrir los ojos.

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