CAPÍTULO 33

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Zoe Davis

Pensaba que este día nunca llegaría. Pero aquí estábamos, en el aeropuerto.

Después de que Nathan aceptó la beca, solo tuvimos cuatro días hasta que se fuera. Los pasamos con nuestros amigos y cuando podíamos, intentábamos pasar algún rato juntos. Pero nada era igual.

Yo intentaba aprovechar todos los momentos con él, pero tenía una sensación rara. Yo sabía que se iba a ir, y eso me impedía hacer o decir algunas cosas. Intenté no venirme abajo, pero mentiría si dijera que por las noches no lloré por horas.

Es que realmente no me podía creer que esto estuviera pasando. Sí que es verdad que últimamente no estábamos en nuestro mejor momento, pero sabía que lo íbamos a solucionar. Pero ahora, que se tenía que ir a otro continente, sabía que sería mucho más difícil recuperar lo que teníamos antes.

Durante estos cuatro días me había dado tiempo de replantearme muchas cosas e intentar asumir que no estaría conmigo por un año y que podían pasar muchísimas cosas durante ese tiempo.

Decidimos ir todos a despedirlo. Él se fue ayer a pasar el día con su familia. Me invitó a ir, pero no quise ir, necesitaba asumir todo lo que se venía de ahora en adelante. Por eso quedamos directamente con él en el aeropuerto.

La verdad es que desde que me había levantado, me había sentido muy extraña, con una presión en el pecho que no sabría explicar. Scarlett estuvo intentando animarme durante estos cuatro días, y sabía que estaría conmigo después de que se fuera. Pero no había conseguido ayudarme, aunque lo hubiera intentado.

Estar en un coche, de camino a la terminal del aeropuerto, para despedir a mi novio, no era algo agradable de pasar. Sobre todo, después de todas las cosas y confesiones de las que nos enteramos.

Lo de mi madre y su padre todavía rondaba por mi cabeza, pero también estaba la infidelidad de mi madre hacia mi padre. Llevaba prácticamente más de un año sin saber de ella, y pensando que simplemente no les iban bien las cosas y por eso decidieron divorciarse.

Pero estaba claro que era mucho más que eso. Mi hermano fue el que los pilló en pleno acto. Él tuvo que ver a mi madre acostándose con otro hombre y darse cuenta de que la familia se había destruido. Ahora entiendo por qué no quería entrar en casa nunca y por qué le costó tanto finalmente hacerlo.

Por no hablar de la amenaza...

Sentía que se me estaban juntando muchas cosas en estos momentos. Yo vine a la universidad para empezar de cero. Y tenía que decir que no me arrepentía de nada. Lo único que me molestaba era que al final siempre pasaba algo en contra de mí.

No sabía por qué, pero siempre pasaba algo para que esas cosas que me iban bien, se giraran en mi contra.

Solo quería a mi apoyo, a Nathan, ayudándome a sobrepasar todo esto, pero sabía que no va a pasar.

Aunque mi hermano intentara no mostrarlo, sabía que también le afectaba que Nathan se fuera. Eran prácticamente como hermanos, llevaban siendo mejores amigos más de tres años y se entendían a la perfección. Jake intentaba no mostrar que le dolía, porque quería estar a la altura y ayudarme.

Al llegar, aparcamos en el aparcamiento y bajamos. Andamos hasta la entrada del aeropuerto para esperar a Nathan y su familia y al resto que venían en otro coche. No me habían hablado en todo el camino y esperaba que siguieran sin hacerlo, porque no me apetecía nada hablar.

Poco después, aparecieron el resto y se sumaron a nosotros para esperarlo. El ambiente estaba un poco decaído, aunque intentaran apoyarse los unos a los otros. Aunque Nathan era un jodido arrogante y frío, había conseguido llegarnos a todos al corazón. Todos le apreciaban y lo iban a echar de menos.

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