Club de chicas ||KookTae||

🌸9🌸

Estábamos saliendo de la universidad, todavía tomados de las manos.

—¿Que te parece si vamos a tomar algo?—preguntó el pelinegro.

—Está bien, vamos.

Comenzamos a caminar con dirección a la cafetería más cercana.

Ninguno de los dos decía algo, creando así un silencio, pero no uno incomodo, sino uno agradable, escuchando los últimos pájaros de ese día, el ruido de los autos y de la gente que andaba a su alrededor, mientras poco a poco el sol se iba escondiendo.

Llegando a la cafetería, Jungkook abrió la puerta, dándole paso a Tae para que pasara primera.

Ya los dos adentro fueron a sentarse a una mesa.

—Y bueno, ¿Que cuentas? ¿Que hiciste el fin de semana?

—Emm, fui a hacerme las uñas a la mañana, después fui a la peluquería, a la hora del almuerzo fui a la casa de mi abuela, a la tarde estuve con mis amigas, cuando llegué a mí casa me fui a dormir, y el domingo no hice nada.

—Cargadito tu sábado.

—Si, ¿Y tu qué hiciste?

—No mucho, a la tarde fui a jugar básquet con unos amigos, llegué muerto a la casa, así que me fui a acostar y me dormí unas tres horas, cuando me desperté fui a hacerme algo para comer,  subí y me volví a dormir. Y bueno el domingo hice prácticamente lo mismo.

—¿Vives solo?

—Se podría decir que si.

—¿Por qué?

—Vivo en la casa de mis papás, pero ellos están siempre de viaje, así que se podría decir que vivo solo, pero a la vez no, o sea, ah..—suspira—, ya entendiste, no se porque estoy dando tantas vueltas.

Rio un poco ante la actitud del contrario.

—Hablando de vivir solo, ¿Cuántos años tienes? Digo, ya que vives con tus papás.

—Tengo 18—sonrío mostrando un poco los dientes.

—Que linda—sonríe—Yo tengo 19.

—Pensé que eras más grande.

—¿Cuántos años pensabas que tengo?

—Mm... Unos veintidós.

—¿En serio?

—Si, no tienes un cuerpo de alguien de diecinueve.

—¿Que haces mirando mí cuerpo?—sonríe de lado.

—E-eh—agaché la cabeza con un leve sonrojo, sintiendo un poco de vergüenza.

—sonríe y se acerca a mí, apoyando su mano en mí mentón, levantando mí cabeza y acariciando con su dedo pulgar mí mejilla—Eres adorable.

—No es verdad, no soy adorable.

—Eres muy tierna.