XV. Sorpresas y revelaciones

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Cuando finalmente arribaron a la fiesta ésta ya se encontraba en su apogeo. El pequeño grupo de amigos había crecido, estaba Hyojin, Taehyung, Jungkook y Nayeon, acompañados de dos personas más que Jimin no había visto en la fiesta anterior. La cumpleañera en cuanto los vio entrar a la pequeña sala privada del restaurante se levantó de su asiento en la mesa y los recibió.

— Venga, al fin llegaron. — sin perder el tiempo jaló a Namjoon del saco hasta llevarlo frente a la pantalla del karaoke — Perdón cariño — miró al peligris con una sonrisa y le guiñó un ojo — pero voy a tomar un momento prestado a mister gruñón para patearle el trasero.

Jimin mucho más relajado que antes miró curiosamente la expresión de todos, se veían expectantes del espectáculo que recién empezaba. Namjoon se quitó el saco con parsimonia y caminó hasta donde Jimin estaba para dejar la prenda, la corbata le siguió de inmediato.

Y entonces pasó algo que nunca esperó ver en el moreno, desabotonó su camisa un poco y se subió las mangas a los antebrazos. Su expresión siempre seria y hasta en blanco se tornó en una juguetona con tintes oscuros. Jimin tragó ansioso al conectar miradas.

— Nene. — habló en voz alta Hyojin, cuando la miró ella también se había quitado el saco rojo — Apostemos algo ¿vale?

Namjoon la volteó a ver, apretando la mandíbula y mirando con recelo a su amiga. La rubia se acercó al menor y acariciando el suave cabello teñido le sonrió amigable.

— El ganador obtendrá un beso tuyo. Se nota que tienes unos morritos muy lindos.

Jimin sintió un pálpito en el pecho y su rostro se iluminó como foco de navidad. Con la mirada enfocada en sus manos no pudo ver la mirada asesina de Namjoon dirigida a su amiga.

— No le prestes atención, Jimin. — intercedió el moreno — Y tú, no digas disparates.

— Oh, vamos. Solo es un besito de nada, puedes darlo en la mejilla...o en cualquier otra parte que quieras. — Jimin en ese momento miró a ambos, envalentonado a pesar de ser el centro de atención en la discusión asintió — ¡Perfecto! Será mejor que te sientes, a final de cuentas eres nuestro invitado estrella.

Hyojin lo llevó hasta la mesa, todos estaban platicando en pequeños grupos a excepción de un pelinegro que se encontraba cantando por su cuenta. La rubia le indicó un asiento y Jimin lo tomó con una sonrisa tímida mirando a los demás.

— Jimin ¿cierto?

El peligris miró a la chica castaña, era sumamente linda y tenía los ojos grandes.

— Park Jimin, un gusto.

— Im Nayeon. — le sonrió revelando un par de dientes frontales lindos por la diferencia de tamaño con los demás — Soy la asistente personal del señor Kim.

— Oh, suena a mucho trabajo.

La chica miró a su jefe que estaba sentado a un lado de la gerente Choi discutiendo sobre algo.

— Un trabajo como el mío siempre conlleva mucha responsabilidad, pero es divertido. El señor Kim y yo tenemos una especie de juego.

Jimin tragó duro y si no fuera por la oscuridad de la salita y las luces de colores Nayeon se habría dado cuenta de su sorpresiva palidez.

— ¿Un juego? — trató de enterrar el temblor en su voz, pero apenas podía articular palabra alguna.

— Es algo tonto pero yo me lo tomo muy enserio. — tomando de su lata de soju arrugó el entrecejo y resopló — Cuando comencé a trabajar para él escuché el rumor de que llegaba antes que nadie a la empresa. Incluso el vigilante me dijo que habían noches donde escuchaba ruidos en la oficina del CEO, entonces sabía que el señor Kim seguía trabajando. ¿Sabes? Yo lo admiro mucho, él solito rescató una empresa en bancarrota y aun cuando tiene una cadena de hoteles de lujo sigue trabajando como loco. Trabajar para él es probarme a mí misma, yo también quiero iniciar mi propia empresa, no de hoteles claro, pero el señor Kim me está enseñando mucho.

Kitten ⤷ 𝑵𝒂𝒎𝑴𝒊𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora