XVIII. Atrapado

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Estaba oscureciendo cuando un auto se estacionó frente al edificio, de este salieron Namjoon y Jimin, ambos hombres vistiendo ropas distintas a las de la tarde anterior, gorras y cubrebocas negros. En la puerta del edificio un hombre de seguridad les dio el paso y tras su entrada cerró las puertas del exclusivo edificio.

Caminando hasta el elevador se internaron en sus pasillos sin intercambiar palabra alguna, ya en el último piso las puertas se abrieron, caminaron por un pequeño pasillo hasta las puertas dobles negras.

Namjoon llamó al timbre y poco después un hombre alto y de piel apiñonada abrió las puertas. Indicando que pasaran con un movimiento de cabeza ingresaron al penthouse.

Lo primero que vieron fue la gran sala de estar, decorada con alfombra color borgoña y varios sillones marrones de cuero. Los grandes ventanales dejaban pasar las luces de la ciudad.

Jimin se quitó la gorra y el cubreboca, tenía el semblante serio asegurándose de no dejar escapar su expresión de desconcierto.

Lo cierto es que Namjoon había pasado la noche con su querido chico, tuvo que presentarlo con su madre cuando la mujer llegó en la noche y se encontró a su hijo haciendo la cena con el mismo hombre de hacía semanas. Cabía recalcar que moreno en cuestión solo vestía pantalones negros mientras su hijo una camisa blanca demasiado grande para ser de él.

— Jimin, ¿qué es todo esto, amor?

El peligris saltó en su lugar y con manos presurosas se encargó de jalar la camisa para cubrir la poca tela del boxer que se asomaba debajo.

Ya enfrentadas las miradas, madre e hijo se observaron por un segundo eterno. Namjoon regañandose por romper las formas, se aclaró la garganta e intercedió.

— Buenas noches, señora Park.

La mujer miró al atractivo moreno con el torso desnudo y no pudo evitar el sonrojo en su rostro.

— ¿Y usted es? — trató de sonar seria pero la situación en sí era desconcertante.

— Me presento, soy Kim Namjoon. — el más alto hizo una reverencia respetuosa ante su suegra y tratando de verse amable compuso una sonrisa tímida — Soy pareja de Minie, espero cuide de mi.

La mujer solo pudo abrir los ojos por la impresión, esperaba cualquier respuesta a la situación menos una declaración así. Todo era tan imprevisto.

— ¡Mamá! — Jimin se acercó al moreno y colgándose del brazo del moreno sonrió a la mujer — ¡Vas a ser abuela!

Namjoon y su madre lo miraron con espanto y ojos terriblemente abiertos, solo hasta que Jimin comenzó a reír como desquiciado la tensión en sus cuerpos se fue.

Namjoon lo tomó entre sus brazos y los zarandeó con cuidado pero con intención de darle una reprimenda.

— Vas a hacer que tu madre me odie, pequeño.

— Iré a cambiarme. — Jimin y Namjoon la miraron y asintieron — Y ustedes, será mejor que se pongan decentes, no se puede mantener una charla civilizada sin van así.

Jimin asintió divertido y apenado en partes iguales, sólo había intentado romper la tensión con un poco de diversión.

Cuando la mujer salió de la cocina, Namjoon pellizcó el trasero de Jimin en reprimenda. El menor solo atinó a mirarlo con ojitos, tratando de abogar por su inocencia.

— ¿Por qué contigo todo resulta ser un desastre?

— Porque tu vida ya es demasiado aburrida. — Jimin lo picó en el abdomen y se echó a correr hasta su cuarto para cambiarse.

Kitten ⤷ 𝑵𝒂𝒎𝑴𝒊𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora