De verdad no puedo creer que Gerard hiciera esto.
Me encontraba sentada en el sofá, con la carta en una mano y el anillo en otra.
¿Enserio se iba a rendir?
Agradecí que Vanya se había llevado a Bandit, porque rompí en llanto como una niña pequeña.
¿Por qué todo esto estaba pasándonos? Teníamos la familia que siempre habíamos soñado. Éramos muy unidos.
Pero todo se desmoronó, y tenía la prueba en mi mano, con forma de anillo.
¿Qué pensaba hacer Gerard ahora?
¿Qué pensaba hacer yo ahora?
¿Qué seria lo correcto en este caso?
____________________________
- Vanya, ¿Podemos ir a ver a papi?
La petición de mi hermana me tomó por sorpresa.
Bandit se encontraba en la sala de la casa que compartía con Andy mientras él y mi hermana jugaban con muñecas.
-Eh, eso creo, B. Deja que primero le pregunte si estará en casa.
Por "estar en casa" me refiero a si mi padre estaba emocionalmente disponible para recibir visitas ahora.
- ¿Andy?
- Dime, princesa.
- Iré a....hacer unas compras. Vuelvo en un rato, ¿Sí?
Andy comprendió a lo que me refería y contestó que no había problema.
Salí del apartamento pero decidí revisar el correo antes. Había un sobre que tenía algo escrito.
"Pequeña Petunia de la Galaxia"
Reconocería esa caligrafía donde fuera. Era la letra de Gerard.
Me senté en el auto y abrí el sobre, con el corazón latiendo con fuerza.
"Lamento que todo esto termine así. Es mi culpa y les hice daño.
Lamento ser un mal padre, lamento romper la familia.
Bandit...
De antemano quiero que sepas que no importa qué, papá va a amarte siempre, toda la vida. Eres la niña más inteligente y bonita que he conocido jamás. Cuando crezcas comprenderás lo que ocurre, pero papi quiere que prometas una cosa: prométeme que no importa qué, no dejarás de ser la niña increíble que eres. Cosas así pasan todo el tiempo, lamentablemente. Pero no dejaré de amarte nunca. Tu hermana mayor y tú son lo mejor que me ha pasado en la vida.
Sé fuerte, pequeña princesa. Sé que algún día entenderás lo que pasa y me perdonarás por ser un mal padre. O al menos eso espero.
Realmente no quiero hacer esto pero no encuentro otra opción.
Te amo, Bandit Way. Nunca dejes que nadie se lleve la luz de tu mirada, Pequeña Petunia de la Galaxia.
Papá"
Detrás había otro sobre con mi nombre. Lo abrí inundada en lágrimas.
"Vanya...
Lo siento, princesa. Lo siento muchísimo, por todo. Estoy seguro de que debes odiarme pero yo te amo, te amaré siempre y no importa nada más.
¿Sabes? Cuando tenía quince años y tu mamá me contó que tú estabas en camino, fui el muchacho más feliz sobre la tierra. Sé que por años has crecido con la idea de que ser padres tan jóvenes e inmaduros fue un error. No lo fue.
Vanya, el día que naciste, ese 9 de abril, nuestro cumpleaños. Ese día, apenas te tomé en brazos y me miraste con esos ojos verdes como esmeraldas que tienes, te prometí que te cuidaría por el resto de mi vida. Juré que no dejaría que nada malo te ocurriese.
Eras (y eres) mi pequeña bebé. Y si bien sé que habernos encontrado fue lo que alivió todo mi dolor, nunca voy a perdonarme el hecho de no haber estado para ti durante tantos años. Los más importantes de tu vida. Y soy un mal padre por ello.
Y aún habiendo hecho ese juramento, te fallé. Pasaste por cosas horribles y aún así luchaste como nunca y te admiro por eso. Me gustaría ser la mitad de valiente que eres tú. Pero no lo soy. Soy débil y por eso estoy haciendo esto.
Por favor cuida de mamá y de Bandit. Van a necesitarte. Perdona, mi amor.
Estoy llorando como un niño mientras escribo esta despedida.
Llorando con la misma intensidad que cuando te encontré en aquel hospital luego de tu accidente. El día en que nos conocimos oficialmente.
Me has hecho sentir orgulloso, Vanya. Estoy orgulloso de ser tu padre.
Otra vez, perdóname por esto, pero realmente ya no sé qué más hacer al respecto.
Apoyate en tus abuelos, en tus tíos que te aman más que a nada en el mundo. En tu mamá.
Sé lo madura que eres y sé que en algún momento comprenderás por qué he decidido quitarme la vida.
Perdona.
Te amo, Vanya Way.
Papá.
