Bueno, lunes otra vez.
Me levanté especialmente temprano para ir a la universidad. Estaba de buen humor y tenía ganas de caminar.Me preparé un café fuerte y unas tostadas y mientras mi desayuno se calentaba me vestí con un hoodie de Kellin, unos jeans negros y botas estilo militar. Apenas me peiné y decidí no usar maquillaje.
Una vez que desayuné, terminé de prepararme y me fui. Vivía a unas ocho calles de la universidad, hacía un día espléndido, algo frío y la calle estaba llena de gente.
Encendí un cigarrillo y luego de ponerme mis auriculares puse Simple As This, de Jake Bugg.
Las fiestas se acercaban y la emoción navideña era fácilmente perceptible en el ambiente. La gente sonreía o lloraba más, las tiendas comenzaban a adornar los escaparates y de vez en cuando nevaba cubriéndolo todo de una finísima y delicada capa de bellísimos copos de nieve muy blanca.
Era mi época favorita del año.La casa cálida, olor a galletas recién horneadas, chocolate caliente, sweaters enormes y calientitos y la familia junta para celebrar.
Éstas fiestas me gustaban mucho más que antes porque años atrás solíamos ser sólo mamá, mis abuelos y yo en una cena donde usualmente los adultos terminaban discutiendo, pero ahora las fiestas eran algo que me emocionaba mucho. Mamá y yo solíamos organizar eventos de caridad, Bandit y nuestra abuela Donna horneaban galletas, papá y yo solíamos decorar la casa juntos, y con los tíos nos gustaba jugar al Santa Secreto. El último año, Mikey me obsequió su primer bajo, y yo le di a Frank un tocadiscos con algunos vinilos.
Iba caminando mientras miraba caer los copos de nieve cuando mi teléfono sonó.
Andy
En línea¿Estarás ocupada esta tarde?
No lo creo, ¿Qué tienes en mente?
Quiero mostrarte algo. ¿Puedo pasar por ti luego de la universidad?
Claro. Nos vemos Andy.
Cuando llegué a clases, apenas estaban por comenzar. La verdad no lograba concentrarme durante más de diez minutos seguidos, no supe por qué. Mi mente divagaba pensando en qué querría mostrarme Andrew.
Al salir de las eternas clases, bajé los escalones de la entrada y ahí estaba Andy apoyado sobre su Black Sapphire, luciendo tan bien como siempre, estaba firmando autógrafos. Decidí esperar a que termine de saludar amablemente a sus fans para luego ir a saludarlo yo.
- Hola, Andy. - me acerqué.
- Hola Vanya, ¿Cómo te ha ido hoy? - dijo abriendo para mí la puerta del copiloto y luego subiendo.
- Fue una mañana aburrida. ¿Y bien, qué querías mostrarme?
- Bueno, verás - dijo poniendo en marcha el motor - primero quería invitarte a almorzar juntos, si tú quieres. Lo que quiero que veas ocurre al anochecer. ¿Te importaría pasar el día juntos hasta ese momento?
- Me encantaría, ¿A dónde quieres almorzar? - pregunté acomodando mi mochila sobre mis piernas.
- Pensaba cocinar algo juntos, en mi casa.
Oh, iríamos a su casa.... Solos. Bueno, eso creía, no quise preguntarle para no sonar tan obvia.
- Me parece bien.
-¿Cuál es tu plato favorito?
- Las pastas - dije sin dudarlo.
Andy condujo un rato con algo de música de fondo. Reíamos y hacíamos chistes malísimos. El humor no era nuestro fuerte.