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Mikey me puso al tanto de la discusión que los tíos tuvieron con papá, y sinceramente no podía creer que Gerard se estuviera comportando de esa manera.
¿Qué le pasaba? Él no era así.

Luego de pasar unas horas con mamá y los abuelos, volví a casa con Bandit y Andy.

Al entrar dejé mi abrigo y mi bolso en el sofá del living. El apartamento estaba en silencio.

- ¿Andrew?

- Aquí, cariño - oí que hablaba en voz baja desde el baño. Me acerqué a él y le di un corto beso en la mejilla mientras se lavaba las manos.

- ¿Dónde está Bandit?

- Se quedó dormida hace unos minutos, está en su cuarto. ¿Cómo te fue?

- Ugh, pon a hacer café porque la historia tiene para rato. - suspiré quitándome las botas.

- Oh, cielo, ¿Tan malo fue? - dijo estrechándome fuerte entre sus brazos.

- No sé cuál es su problema, se había encaminado de nuevo.

Fuimos a la cocina y yo me senté en la barra mientras mi novio preparaba dos tazas de café.

- ¿Qué te dijo Mikey?

- Que habló con papá, va a intentar hacerlo recapacitar y va a hablar con mamá y mis abuelos para que papá retome la terapia. También me contó que fue con los tíos a su casa y discutieron feo con Gerard, dice que se está portando como un adolescente idiota y sin razón.

- Lo siento, muchísimo, Vannie.

- También yo... Aunque me preocupa Bandit, digo... Papá estaba cuidándola en casa y cuando creyó que Bandit se había quedado dormida, comenzó a tomar y fumar, pero Bandit lo vio y se asustó. Mamá quiere que la lleve con ella pero Lindsey está en la mierda emocionalmente.

- Bueno, todo fue muy reciente y ocurrió apenas hoy, tal vez dentro de un par de días puedes llevarla con ella, Bandit debe extrañar a su mamá.

- De verdad que no me siento con fuerzas para ser el maldito sostén de esta familia. - suspiré mientras Andrew me daba una taza con café humeante.

- No estás sola en esto, Vanya. Me tienes a mí, tienes a tus abuelos, tienes a Mikey, Frank, Ray y a sus familias. También tienes a Kellin y Sophie.

- Lo sé, pero ellos no van a hacerse cargo de mi hermana y de mis padres. Mi hermana de cuatro años acaba de obtener un trauma, mi madre tiene el corazón roto y mi padre tuvo una recaída. ¿Cuándo dejamos de ser la familia feliz y unida que solíamos ser?

- No te martirices, cariño - dijo Andrew masajeando mis hombros - Todo saldrá bien, ya lo verás.

-¿Lo prometes? - me giré a verlo. Sus ojos azules brillaban más que nunca.

- Lo prometo. Todo esto será un mal recuerdo algún día, princesa.

Se hacía tarde y yo no podía estar más cansada. Nos fuimos a dormir directamente.

Pasaron dos días en los que ignoré por completo los mensajes y llamadas de Gerard, según mi abuela, Lindsey seguía deprimida y Bandit despertaba en mitad de la noche llorando por papá.
Sería una larga semana.

Andy me estaba ayudando muchísimo, se comportaba como un ángel con Bandit, la cuidaba mientras yo debía trabajar.

- Buenos días, amor - dije entrando al apartamento - ¡Y hola, preciosa! ¿Cómo estás, pequeña? - dije tomando en brazos a mi hermanita, quien estaba sentada en el suelo jugando cartas con mi novio.

Debí tomarme un descanso de la universidad para ocuparme de mi hermana pequeña. Mi familia se desmoronaba y nadie hacía nada al respecto.

Kellin y Sophie, junto con mis tíos me ayudaban con Bandit, pero no pensaba hacer que detengan sus vidas sólo porque mi padre era un completo idiota.

Me senté a jugar con ellos un rato pero la verdad era que estaba muy cansada y no sólo físicamente.
Lo siento, Bandit pero tu hermana mayor está algo cansada de ser el pilar de la familia Way.

Había llevado a Bandit a casa de Mikey para que juegue con Rowan y Kennedy ya que Frank me había hablado para hacer algo juntos mientras Andy estaba trabajando.

Mi tío vino a mi apartamento y estuvimos largas horas jugando videojuegos y comiendo chatarra. No puedo mentir, Frank era genial haciendo sentir mejor a las personas y era un gran consejero.
Estaba jodidamente enojado con mi padre y aún así trataba de hacer que sus hijas se sientan mejor.

- Y dime, pequeña demonio, ¿Cómo te sientes ahora? - dijo bebiendo su cerveza.

-¿Cómo que demonio, pitufo dibujado?

- Es broma, eres mi sobrina favorita y lo sabes - dijo fastidiándome y revolviendo mi cabello, cosa que yo odiaba. Y él lo sabía, por eso mismo lo hizo.

- Supongo que normal. Bandit se siente un poco mejor y eso me deja más tranquila. Aunque aún me preocupa mamá. ¿Sabes algo de Gerard? Estoy ignorándolo hace días.

- Tu padre sigue resignado con que no quiere ir a terapia pero sé que en el fondo sabe que está equivocado. Sólo es cuestión de tiempo antes de que ceda.

Un par de horas después Frankie se había ido y Andy volvió del trabajo junto con Bandit.

Me acerqué hacia él para besarlo, pero fuimos interrumpidos por golpes en la puerta de entrada. Cuando abrí, encontré a Ray y a Gerard parados en el corredor del edificio.

- Papá...

- Hola, Vanya... ¿Puedo pasar? Quiero hablar contigo.

Famous Last Words II • Gerard WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora