Gerard volvió a las sesiones con su antigua terapeuta, en un intento de arreglar la situación. Mientras tanto, Bandit seguía quedándose conmigo, y Andy y los tíos me ayudaban con ella.
Mamá seguía bastante triste pero venía a vernos todos los días cuando no estaba trabajando.Le conté acerca de los progresos que papá estaba haciendo en terapia, y yo misma me encargaba de ver cómo estaba todos los días. Los tíos seguían turnándose para estar con él.
Todos sabíamos que enmendar lo ocurrido tomaría tiempo, y me seguía preocupando el hecho de que mis padres rompiesen definitivamente, no lo soportaría. No después de todo lo que ocurrió cuando conocí a Gerard y me enteré que él era mi padre.
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Yo me encontraba horneando un pastel con Bandit cuando Andy entró en la cocina maldiciendo y tomándose la cabeza.- Soy el peor novio del mundo, lo siento muchísimo, Vannie. Dios, debes odiarme.
¿Y ahora qué le pasaba a este idiota?
- ¿Odiarte, de qué hablas? Eres adorable - dije acariciando su mejilla.
- En todo esto que... Que ocurrió, se me olvidó que cumplimos otro mes juntos. Lo siento muchísimo, mi amor, juro que te lo compensaré.
- Oh, Andy, cielo, yo también lo olvidé. Lo siento, pero no te preocupes, podemos celebrar aquí.
- En serio lamento haberlo olvidado. - dijo cabizbajo con mi mano aún en su mejilla.
- Andy, tranquilo, aún podemos celebrar. Además me encuentro en una vorágine familiar a la que te vengo arrastrando hace meses, soy yo quien debería ofrecerte una disculpa.
-¿No estás enojada conmigo?
- Sería hipócrita de mi parte enojarme contigo si yo también lo olvidé, ¿No crees? - pregunté alzando a Bandit.
Mi novio me tomó entre sus brazos mientras yo aún sostenía a mi hermana.
- Las adoro. A las dos. - dijo besando mi cabeza.
Andy debía ir a ensayar con los chicos y yo tenía que ir al trabajo, así que dejé a Bandit con mamá en casa de los abuelos.
Al llegar a la discográfica, noté que sólo Gerard estaba allí, de espaldas a la puerta, preparándose un té.- ¿Dónde están los tíos, Gee?
- Oh, hola, cariño - dijo dándome un abrazo - Les pedí que no vinieran hoy.
-¿Qué? ¿Por qué?
- Quiero hablar contigo.
- ¿ Qué ocurre? - dije dejando mi bolso sobre el sofá, viéndolo dudosa.
- Bueno, primero que nada... - suspiró cabizbajo- quiero volver a disculparme por todo el daño que causé, a ti y a todos en la familia. No se merecen nada de esto y ahora veo que actué realmente mal. Segundo... Mira, Vanya, sé que lo que te pido es demasiado pero eres una de las personas más inteligentes que he conocido y necesito tu ayuda.
- ¿Con qué?
- Quiero recuperar mi relación con Lindsey. Ya no soporto tener la casa vacía y en silencio todo el día. Extraño a mi familia, extraño a mis chicas. Y para serte sincero, tengo miedo.
- ¿A qué le tienes miedo, Gerard?
Cuando dije eso, mi padre rompió en llanto, apretando los puños y viendo el suelo.
- A que Lindsey no quiera volver a verme, a que Bandit me odie, a que tú estés enojada conmigo para siempre... No soportaré perder de nuevo lo único que le da sentido a mi vida. De verdad las extraño muchísimo a las tres... - ver cada lágrima bajar por su mejilla era una nueva grieta en mi corazón - extraño tener a Lindsey siempre apoyándome en todo e iluminando cada segundo de mi vida, extraño que Bandit ya no esté decorando mi oficina con sus juguetes ni pidiendo que cante para ella y extraño que no estés tú para quedarnos toda la madrugada componiendo y hablando en la terraza como si fuéramos viejos amigos. Pasé solo casi toda mi vida y lo único que logró devolverme la felicidad son tu madre, tú y tu hermana. Ustedes son mi familia y no soy nada si no están... Yo... Sólo quiero a mi familia de vuelta.