[CANCELADA] • Promesas Sin Cumplir • [The promised neverland fanfic] [Ray x Tn]

prólogo.

El camino era más que silencioso, ambos niños se encontraban en la parte trasera del auto mientras Peter iba adelante con el conductor, los vigilantes habituales que supervisaban en la parte trasera no estaban, en cambio a eso ambos niños estaban con cadenas en las manos como si de criminales se tratara.

Si hablaban acerca de las granjas o algo referente a los demonios sabían que se podrían poner en peligro debido a eso, por lo cual optaron una forma más silenciosa: Lenguaje de señas. Como podían movían las manos utilizando aquel método, debido a las cadenas les costaba un poco pero lograban entenderse entre sí.

"Si intentamos huir, moriremos, eso es más que seguro", anuncio la castaña, a lo cual su amigo solo asintió con tal decepción, "No solo eso, no hay forma de escapar", contesto Norman.

El albino tenía razón, puesto que si saltaban del auto en movimiento, no tendrían tanta movilidad para correr debido a las cadenas. Ambos suspiraron resignados, la noche los ayudaría a ocultarse pero con aquellas cadenas se les dificultaría hacer muchas cosas, entre ellas lo que sería defenderse contra los animales salvajes.

Estaban cansados debido a la hora que fueron recolectados, tenían permiso de dormir, puesto que Peter se los dijo antes de subir al auto. Llano tenían de tema del cual hablar por lo cual ya estaban realmente callados, Peter, al notar que ambos niños seguían despiertos iba a hablar con ellos acerca de la "investigación", pero un estruendo lo hizo callar. Al asomarse por la ventana noto a unos demonios colgando por los árboles, ambos atacando el auto con tal de volcarlo.

-¿Cazadores furitivos?- Se hizo esa pregunta a sí mismo, él había cometido el error de no llevar refuerzos, pero tampoco había previsto ser atacado por los subordinados de uno de sus aliados.

Aquellos demonios atacantes lograron volcar el auto, ambos menores se encontraban desconcertados y asustados, ¿acaso eso era parte de su cosecha?, se preguntaban aquello, aunque claramente no era así, solo era un "pequen" imprevisto de parte de los altos mandos. Uno de los cazadores logro tomar a la castaña con sus garras, norman quería ayudarla pero no podía debido al miedo que sentía.

. ¡Norman, ayúdame! – Grito la chica mientras forcejeaba para soltarse del agarre, pero era casi imposible.

-Lo siento... – Fueron las únicas palabras que salieron de su boca, no pudo reaccionar ni hacer nada para ayudarla, sentía ira por ello, se odiaba a sí mismo.

(...)

Sus ojos se abrieron a la par, la luz del sol pegaba directamente a su cara, se tapó con una mano mientras a la vez se sorprendía. Analizo lo antes ocurrido, ella había sido raptada por demonios y debido a eso se encontraba en lo que al parecer era n pueblo, todo era confuso pues ella estaba en libertad y sin las cadenas que anteriormente tenían en las manos.

Se levantó del suelo y comenzó a mirar a sus alrededores con más detenimiento, estaba cerca de una entrada la cual solo decía "Recome" y al lado de esta un cartel de lo que parecían ser reglas, las cuales eran confusas para la chica.

Decidió no tomarle importancia a aquello, por lo cual comenzó a caminar por el camino en Lina recta, no tardó mucho en llegar a lo que parecía una plaza, ahí había muchos niños, algunos asustados, heridos o llorando, había otros que al parecer eran mucho más mayores que ellas, ellos atendían a los demás tratándoles las heridas.

-¡Aquí tenemos lo necesarios, los que estén heridos acérquense!, ¡Tenemos todo lo necesario para tratarlos! – Aviso unos de los mayores el cual tenía el cabello blanco junto a un mechón de color rojo.- ¡Recuerden; este no es un pueblo cualquiera!, cada mes llega una nueva tanda de niños los cuales son cazados después de que la música suene, las cacerías son cada tres días las cuales son dirigidas por demonios. – Lo último mencionado sorprendió a la chica, ¿Cómo sabían ellos de los demonios?

Algunos niños comenzaban a reír por las palabras del chico, mientras otros se asustaban más de lo que ya estaban. Decidió acercarse a ellos, y debido a la diferencia de estaturas tuvo que jalar de la camisa del chico, el cual no tardo en dirigir su mirada a ella.

- Hola, ¿estás herida? – Pregunto con serenidad a lo que la chica negó.

- No, pero... ¿Cómo saben ustedes de los demonios...?