Capítulo 17

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—¡¿Liam?! ¡Liam! —aun cuando sabía que ya no me escuchaba, seguí gritando su nombre. Me encontraba fuera de mi misma al escuchar el odio y la sed de vengarse de mí.

¿Qué había hecho?

Unos brazos me envolvieron al verme entrar en un estado de pánico. De pronto, sentía que me hacía falta el aire. La habitación estaba asfixiándome. Mi rostro fue levantando gentilmente por unas manos conocidas, y una voz gruesa muy amada por mí.

—Mírame, Delyla—mis ojos parecían moverse por toda la habitación pensando la mejor forma de hacer retroceder la amenaza de Liam, pero mi cerebro no estaba dándome ideas sobre qué hacer para evitar que Liam me quité a mi hija. Así que el miedo de la posibilidad de no tener a Sofía, me hacía respirar con rapidez y fuerza.

—Sofía…—fue lo único que logré articular entre mis labios temblorosos.

—Delyla, escúchame…—ordenó con firmeza, y su tono me hizo verlo.

La preocupación estaba impregnada en todo su rostro, y sospechaba que era por la forma en que temblaba sin control.

—Me quiere quitar a Sofía, Tadeo. Quiere quitármela—Solloce mientras me dirigía a sus brazos, e intentaba pensar qué hacer para evitar las acciones de Liam.

—No dejaré que suceda eso, Delyla—su declaración contundente me indicó que hablaba completamente en serio—. ¿Me escuchas?

Debía de confiar en él.

—Sí, te escucho.

Al sentir la presión de sus brazos, me hizo disipar el pánico que me había albergado con las palabras de Liam.

—No dejare que la aleje de ti. Confía en mí.

Asentí sintiendo como mi respiración se iba normalizando poco a poco. Si, podía hacer eso. Confiaba totalmente en él.

—¿Mami? —al oír la voz de mi hija, me separé de Tadeo para ver como mi hija entraba en la cocina, y con una carita de sueño, sonrió al vernos—. Hola, tío.

Miré hacia donde estaba Tadeo, y observé como le sonreía a mi hija.

—Hola, Sofía. ¿Quieres unos hot cakes que hice?

La sonrisa de Sofía se extendió al escucharlo, y caminó rápidamente a la mesita de la cocina, y empezó a comer al momento que Tadeo le tendió su plato.

La escena era hogareña, y al levantar la vista, observé la sonrisa de Tadeo, y pareció darse cuenta de lo mismo que yo porque sonrió.

Esos minutos de travesuras entre Tadeo y mi hija me hicieron distraer de las amenazas de Liam. Sin embargo, al oír la pregunta de Sofía, la avalancha de temores vino con fuerza.

—¿Cuándo vamos a volver a casa, mami?

Tadeo me miró rápidamente, y mi rostro quedó pálido.

—Eso no lo sabe, Sofía. Hay algo que debemos de hacer antes de que regreses a tu casa.

Ella parecía confundida.

—¿Qué cosa?

No podía postergar esto. Debía de hablar con ella.

Mirando a Sofía, dije:

—¿Puedes dejarnos un momento a solas, Tadeo?

Sofía parecía verme confundida, pero al ver como Tadeo se iba, ella preguntó:

—¿Qué pasa, mami?

Me acerqué mientras intentaba pensar las palabras adecuadas, pero cuando llegué hasta ella, mi mente estaba en blanco. ¿Cómo decirle la verdad sin dañarla?

Moralmente Incorrecto(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora