—Habiendo interrogado a los contrayentes en los términos que la ley ordena, y no existiendo impedimento legal para la celebración del matrimonio, los declaro en nombre de la ley y ante la sociedad, unidos en matrimonio...—ambos al escuchar esas palabras saliendo de la boca de la jueza, nos sonreímos, ya que al fin estábamos casados.
Éramos esposos, y este era nuestro inicio de felices por siempre.
Lo que siempre habia soñado...
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Moralmente Incorrecto(+18)
No FicciónSus besos quemaban por donde sea que pasaba. Eran como fuego, y yo deseaba ser consumida por él. Basada en hechos reales*