Capítulo 22

4.2K 394 54
                                    

Diciembre llegó, y el recital de Sofía iba a ser mañana.

Aunque mi entusiasmo debía de estar en la cúspide, aún quedaba rastros de nerviosismo por el día que había pasado. Liam usó cualquier artimaña jurídica para hacer que pudiera ver a Sofía. Fue un miedo e impotencia ver como la cuidadora se llevaba a Sofía para que ese malnacido la viera.

Fueron dos horas estresantes. Las peores de mi existencia, pero pude respirar aliviada cuando volví a verla de nuevo, y la sonrisa de su rostro me destruyo por completo. La felicidad de ver a su padre era visible, lo peor de todo fueron las palabras que me soltó cuando la tuve en mis brazos de nuevo:

—¡Papi cambió, mami! ¡Él me quiere! —no supe que hacer, solo la abracé más fuerte.

Al levantar la vista hacia la cuidadora, pude ver que estaba sonriendo levemente. Intentando tranquilizarme. Quise hacerlo, pero aun recordaba las amenazas de Liam. ¿Era acaso este cambió una señal de esa amenaza o realmente estaba cambiando?

¿Realmente se había dado cuenta del tesoro que era su propia hija?

—Porque no vas adentro, amor. Tengo que hablar con la señorita Torres.

—Está bien, mami—contestó sonriente, y después salió corriendo al interior de la casa.

Una vez a solas, pregunté directamente:

—¿Él se portó bien con ella?

La cuidadora sonrió de forma amable.

—Sí, señora. Estuve siempre vigilando cada movimiento de él. Puedo asegurarle que se portó como debe, y no intentó decirle algo que le dañará. De hecho, jugó con ella. No parecía ni enojado, ni vengativo con la niña—contestó la cuidadora.

Sabía por la forma en que hablaba y me decía las palabras, que la cuidadora creía que no había problema con Liam. Pero ella no había estado en el momento que me había amenazado. Así que me sentía incrédula por el nuevo comportamiento de Liam.

Esas horas me las quedé pensando sobre Liam y su nuevo comportamiento.

Pero no fue hasta que Tadeo había llegado y me rodeó en sus brazos, que me di cuenta de lo mucho que necesitaba su presencia conmigo.

—¿Estás bien? ¿Tiene que ver con Liam? —fue con esa sencilla preocupada, que había tenido que contarle todo lo que había dicho la cuidadora sobre Liam. Al terminó de eso, el silencio duró sobre la habitación, y con cada segundo de ese silencio asfixiante, más me sentía preocupada. Hasta que Tadeo dijo mi preocupación en voz alta:

—¿Crees que es una treta de Liam?
Cerré los ojos con fuerza mientras lo abrazaba con fuerza.

—No quiero pensarlo. No quiero creer que Liam es capaz de hacer algo así para dañar a Sofía, al contrario, deseo pensar que Liam se ha dado cuenta de Sofía es su hija y que sufrirá en el fututo si le hace daño. Pero…—me detuve sin querer decir mis sospechosas más dolorosas.

—Pero Liam es un imbécil, y puede que solo use a Sofía para lastimaste porque realmente parece inconsciente de que es su hija, y lo que es peor, que va hacerle mucho daño.

Dios.

—Sí, tengo miedo de eso. Y aunque deseo prevenirla del dolor, si digo algo al respecto, Sofía no se lo tomará a bien. Estoy confusa sobre qué hacer. Ningún hijo debería de cuidarse de amar a su padre. Es injusto. Se supone que un padre debe de cuidarte, no dañarte.

—Hablaré con Liam.

Me separé de golpe, y le pedí con miedo:

—Por favor no. No quiero ni imaginar lo que hará si haces eso.

Moralmente Incorrecto(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora