Capítulo 13

5.5K 491 96
                                    

Me levanté rápidamente de la cama cuando observé que se tambaleaba para entrar a la habitación, y cuando el grito anterior me había dejado asustada. No fue nada comparado al odio que sus ojos mostraban.

—Ella me dejó, y todo porque es demasiado buena, y solo piensa en mi esposa—escupió en el piso cuando pronunció la última palabra.

Su gesto me indicó lo mucho que le repugnaba estar conmigo, y casi sonreí. Él no tenía idea de lo mucho que lo detestaba, pero al verlo en el estado en que encontraba, lo vi por lo que realmente era. Una basura.

Ni siquiera me importó confirmar lo que ya sabía de él. Sin embargo, sabía que Liam aun con todo lo que había hecho en nuestro matrimonio, no me haría daño físicamente. Sin embargo, mi guardia no se bajó. Sea quien sea que lo haya dejado, él me echaba la culpa de eso.

Y eso podría ser peligroso.

Supe que tenía razón cuando observé que se acercaba a mí, y aunque deseé ser rápida, terminó tomando mis hombros mientras retrocedía conmigo. Había intentado empujarlo, pero su fuerza terminó ganándome y junto caímos a la cama.

Su olor, me hizo apartar mi cara con asco.

—¿Qué? ¿Ahora no te gustó? ¿Es que acaso tu amante te lo hace mejor…? —sus manos fueron acompañadas con el rastrojo de sus manos en mi cuerpo.

—Aléjate de mí, Liam.

—¿O qué? ¿Acaso ya no me amas? ¿No recuerdas cuando nos pasábamos toda la noche despiertos…? —sus asquerosos besos fueron bajando por mi cuello.

—Antes creí que eras un imbécil, ahora me doy cuenta que eras algo peor.

Y con fuerza, lo empuje con fuerza para quitarlo de encima.

Se carcajeo de mi intento, y terminó quitándose de él mismo.

—Eres patética, Delyla. Ni tu propio marido te soporta. —apoyándose en sus antebrazos, continuó con una sonrisa—. Es más, me da asco de solo verte.

Hace un tiempo esas palabras hubieran dolido como dagas incrustadas en mi corazón, pero ahora era otra historia.
Lo miré desde mi altura, y pregunté:

—¿Si te resultó tan repulsiva porque no nos divorciamos?

La respuesta a mi pregunta solo fue una carcajada.

—Porqué eres mía, Delyla. Y siempre lo serás.

Mis puños se cerraron al ver la arrogancia de esa declaración.

—No soy tuya, Liam. Pronto te darás cuenta de eso—saliéndome de la habitación, no sin antes tomar mi celular, cerré la puerta.

Mi paciencia se había acabado. No podía continuar en este lugar. Ni por comodidad, ni por seguridad. Esta vez había podido detener, a duras penas, a Liam. No podía, ni debía permitir que tuviera otra oportunidad de hacer algo más.

Tomando mi telefono, marqué al numero de Tadeo.

—¿Delyla? ¿Estás bien?—las preguntas preocupadas de él, la hicieron respirar profundamente. No se había dado cuenta de lo mucho que se encontraba rigida hasta que Tadeo le había hablado unas simples palabras.

—No, no estoy bien. Liam vino borracho, y aunque no hizo nada. Realmente no puedo fiarme de él. No puedo seguir aquí. Necesitamos irnos.

—Iré por ustedes, no me importa como se vea. Las necesito a salvo.

Cerrando los ojos mientras sentía lagrimas de alivio, susurré:

—Gracias, Tadeo.

—Te amo, Delyla. Haria cualquiera cosa por ti —la forma en que sonó su declaración me decía que hablaba muy en serio—, estaré en veinte minutos allí, amor.

Moralmente Incorrecto(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora