Estos extras ya son de la historia, son momentos desde el punto de vista de Nelson.
- Nelson, ¿este vestido me queda bien?- me pregunta Verónica, mirándose en el espejo.
Asiento con la cabeza, porque sí le queda bien. Es un vestido blanco - como la mayoría de la ropa que tiene -.
- ¿Te pasa algo? Te he notado... raro estos días, puedes contármelo si quieres.- dice, sentándose a mi lado.
Sé que puedo confíar en ella, pero contarle que me estoy enamorando de Abby mientras tengo novia no es algo que vaya a sentarle muy bien. Así que me lo ahorro y sonrío, restándole importancia.
Hace algo que, es lo normal, pero yo lo siento extraño: darme un beso. Normalmente no me molestaría, es mi novia y un pico no es lo máximo que hemos hecho, pero durante estos días cualquier cosa que haga con ella relacionada con eso no me gusta.
- Ey, parejita, ¿nos vamos?- pregunta Lewis al otro lado de la puerta.
Tenemos una cena que han organizado Arden, Abby o Van - que es lo más probable - en su casa por ser Navidad. A parte se nosotros, también irán el italianini, el lanza pizzas y Brandon.
En el coche solo se oye a Lewis cantar y a Verónica reírse de él cada vez que desafina. Yo me limito a conducir.
Aparco y los tres subimos, nos abre la puerta Abby y es como un jarro de agua fría cuando Verónica va a abrazarla.
- ¡Abby!- exclama ella, feliz.- Me alegro tanto de verte...
Yo sonrío al ver que es mi turno de saludar, pero no le doy un abrazo ni ella parece tener la intención, así que solo le saludo.
- Buenas noches, pequeño cisne.
- No me llames así, Verónica podría oírlo.- susurra, mirando hacia el salón.
- ¿He dicho algo malo? Eres pequeña y te gusta el ballet, ¿no? Un pequeño cisne.- y la dejo con una cara de frustración enorme.
Al entrar, Joel está hablando con Verónica sobre no sé qué de un jerséy que lleva él y yo escucho la conversación como si me interesara, pero solo me estoy fijando en Abby.
- ¿cómo va vuestra relación?- pregunta Verónica, señalando a Abby y a Lewis.
La vista se todos se posa en ellos dos, en especial la de Van. Lewis se sonroja y se le escapa su típica risa nervios.
- Pensé que no era un secreto. Como aquel día en casa de Nelson estábais en la misma cama... Lo siento.- dice, apenada.
Van parece estar colapsando y creo que hacía mucho tiempo que no veía a Arden tan asombrada.
- ¿Tú... tú sabías esto?- me pregunta Arden.
Asiento, sin despegar la mirada de ellos dos. Lewis parece un tomate.
- ¿Y no me dijiste nada? ¡Nelson, mi amiga está saliendo con tu mejor amigo! ¡Tu mejor amigo! Eso es preocupante.- sigue dramatizando Arden.
- ¡Oye!- se queja, ofendido, Lewis.
- Bueno, pensé que lo sabíais...- se justifica Verónica.- Como, según dice Abby, se conocieron aquí yo...
- ¡No me jodas!- exclama Van.- ¡Es él! ¡El de la apuesta!- exclama Van.
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La película de mi vida
RomanceMe mudé a Nueva York para seguir el único sueño que tenía. El baile. Jamás pensé que al llegar allí mis sueños cambiarían por unos ojos negros como la noche, por una sonrisa de curva perfecta y por un interior sorprendente.