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Ha pasado una semana desde que pasó todo ese rollo de comisaría, Scott, Amelia, Nelson... ¿lo recordáis? Supongo que sí.
Bueno, pues se acerca navidad, y mi familia no ha planeado nada, nunca lo hacen. Y tampoco creo que este año después de la noticia tuvieran ganas, la verdad.
Porque si, se enteraron y me tocó decírselo a mí. Imaginaos a mis padres y a Emily, ellos pensaban que estaba aquí y yo pensaba que estaba allí. Nadie sabe el lugar.
Durante estos días he evitado lo más posible a Nelson, tan solo lo veía si bajaba a comprar cigarrillos, y muchas veces se encargaba Van.
- ¡Solecitoooooo!- canturrea mi amigo.- Te traigo el desayuno, te quejarás.
Sonrío al ver lo que trae: una caja de donuts y dos cafés.
Se sienta a mi lado y ponemos un reality show.
- Mira, esa es la ex de un futbolista famosísimo, y millonario.- señala a una chica rubia discutiendo con otra. - Y esa, es una loca que pensó que si salía en youtube criticando a un famoso, se haría famosa, y así fue.
Yo miro atentanmente como se intentan pegar y sus compañeros las separan.
Nunca había visto este tipo de programas, pero he de admitir que son emocionantes. Ver el drama ajeno suele hacerte olvidar el tuyo.
- Ahora, luego de este increíble desayuno, ves a vestirte.- habla cuando terminamos de comer.
- ¿A vestirme? ¿Para qué?
- Tú hazlo.- ordena.
¿Puede dejar de mandarme hacer cosas sin decirme por qué?
¿Será así en todos los aspectos?
¿¡QUÉ?! ¡ES TU MEJOR AMIGO, MENTE SUCIA!
Me coloco un pantalón de chándal negro, una sudadera roja y unas deportivas negras. Combinar los outfits con mi estado de ánimo, es mi pasión.
Al salir de mi habitación, Van ya está en la puerta esperando para bajar e ir a no sé dónde.
Mientras él conduce, veo que se va acercando a un sitio que conozco muy bien... a... ¡Oh, mierda!
- No quiero ir a la academia, Donnovan.- me quejo.
- Para empezar, no me llames Donnovan. Y para finalizar, si no vas me matará Arden. Y eso no debe ser para nada agradable.
Sería creativo, eso seguro.
- No voy a salir de este coche.- me cruzo de brazos.
- Abby...- ruega.
- A parte, no tengo mi bolsa de en...
- Arden se coló en tu habitación y la dejó en la academia antes de irse a la uni.- me informa.
Todo esto era una conspiración... ¡Malditos!
- Me niego.
- Tú los has querido.
Quiero preguntar que es lo que quiere decir con eso, pero antes de que sea posible ya estoy siendo llevada a hombros de una zanahoria que mide 1'80.
- ¡Donnovan Sartorius!- gritó.- ¡Suéltame!
Ignorando mi drama, es capaz de dejarme en la puerta del vestuario de chicas.
- No me obligues a meterte ahí dentro.- advierte, y aunque quiere parecer un chico malo es tierno.
Resoplo.- Diría que eres como mi hermano mayor, pero sería un insulto muy grave.- bromeo, en voz baja.
Y si, al final a conseguido que entre a la clase. Y que lo dé todo. Y... Que me sienta más relajada.
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La película de mi vida
Любовные романыMe mudé a Nueva York para seguir el único sueño que tenía. El baile. Jamás pensé que al llegar allí mis sueños cambiarían por unos ojos negros como la noche, por una sonrisa de curva perfecta y por un interior sorprendente.