El bicho de la cordura.

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Capítulo 2/2

Llevo cinco dias sin fumar. Llevo cinco días yendo a pié a la academia para no bajar. Es lo malo de vivir a las afueras, no hay casi tiendas, y las que hay, abren tarde.

Tampoco he salido mucho de mi habitación porque podría estar el chico con novia pululando por ahí.

¡Dios! No aguanto más, necesito fumar.

Salgo cautelosa de mi habitación y veo a Van durmiendo en el sofá.

- Van.- susurro.- Van, despierta.- él murmura algo.- ¡Van!- está vez da un salto.

- ¿Qué?- dice alarmado.

- ¿Tienes un cigarro?

Él me mira confuso.- ¿Me has despertado para eso? Sabes que no fumo.

- ¿Puedes...? Verás...

- No, no y no. Sé lo que estás pensado y no quiero bajar, sé está bien en este grandioso sofá.

Él me da la espalda y yo me lanzo encima de él.

- Por favor... Zanahorio...- él gruñe.- Amigo...

- ¡Vale!- yo me levanto y mi amigo me mira negando con la cabeza.

Entonces va al baño. No lo veo hasta que pasa unos minutos y sube tirándose en el sofá.

- Ten.- me lanza el paquete y me da justo en el ojo.- ¡Lo siento!

Sería una disculpasincera si no estuviera aguantandose la risa.

- No, no pasa nada.- miento.

Cuando se me pasa el dolor en el ojo lo miro, sé que me quiere preguntar algo.

- Preguntame lo que quieras.

- ¿Que? Yo no quiero... ¿Por qué no has bajado tu?- yo rio.

- Me daba pereza.- esbozo una sonrisa inocente pero él no.

Es raro en él. Van es la típica persona que sonríe tanto que puede llegar a molestarte.

- Abby.- es la primera vez que me habla sin bromas.

- Pues... Nelson no me cae bien.

- Antes bajabas, no es excusa.- se cruza de brazos.- ¿Vas a ser sincera o no?

Suspiro.- Yo... Mmh... ¡No estoy obligada a contartelo!

Él asiente y se levanta para irse.

- ¡Espera!- se para y me mira por encima del hombro.

Soy tan fácil.

- Salí con él. Hace una semana.

- ¿Viste a Verónica llorar y no dijiste nada?- pregunta indignado.

- Porque fue un tontería, Van, fuimos a ver una película.

- No es una tontería cuando una persona sufre por ello.- y entonces sale.

¡Oh, mierda!

Ojala tener el número de ella para llamarle y decirle lo mierda que soy.

Ella se sinceró conmigo aún sin conocerme de nada y yo... yo salgo con su novio. Perfecto. ¿Por qué no puedo, simplemente, dejar de ser tan estúpida?

Sin embargo, ¿por qué tengo que cargar yo con la culpa? Su novio también la tiene, joder.

Y cuando menos me doy cuenta tengo delante al susodicho preguntándome que pasa.

- Eres un idiota.- le digo y él ríe.

- ¿Por qué?

- Por dejar a Verónica tirada de esa manera. ¡Es tu novia! Tendrías que... salir con ella, llevarla al autocine... Pero a mi no. Y tampoco deberías intentar besarme a mi.- él enarca una ceja.- Ah ya, a ella si la besas.- deduzco.

La película de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora