21. Aprender a quererte

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- Saldo insuficiente.

- ¿Es en serio? ¿Saldo insuficiente?

Me tiré en mi cama agotado, ahora sí había pensado bien lo que iba a decir, cuál sería mi explicación, realmente quería salvar y seguir construyendo una relación con Erika.

Me acosté a dormir, esperando que mañana sea un día mejor que este donde pueda escuchar su dulce voz.

CDMX, México.

Narra Erika

Esperaba hablar con Villa, pero no me llamó y yo no le llamaré, quizá no quiera hablar conmigo. Y en caso de que sea así ¿por qué debería de llamarle?

- ¿Hablaste con él? - mi amiga ingresó a mi habitación y se sentó en la esquina de mi cama.

- No, no me llamó.

- ¿Y si le llamas?

- No. - dije según yo firme, deseaba escuchar su voz, pero por el momento no.

- Ambas sabemos que le quieres llamar.

- Cl- cla- claro que no.

- ¿Y por qué tartamudeas? - arqueó su ceja.

- Porque sí.

- No es una razón válida, Erika.

- Lo sé, es solo que si él no me llamó yo no tengo porqué llamarle.

- Que orgullosa eres.

- No soy orgullosa, solo soy realista.

- ¿En serio? ¿Realista? Erika habla con él.

- Sí, solamente soy realista, probablemente él haya elegido a Gabriela, por eso no le habló de nosotros.

- Claro, eligió a Gabriela y por eso te compuso una canción. - dijo sarcástica.

- Mira, mejor ve y habla con Martín.

- No me ha llamado.

Su celular empezó a sonar y si era él.

- ¿Qué dijiste?

- Nada. - sonrió a medias.

- ¿No le vas a contestar?

- Va a querer hablar sobre Laura y sé que soy la culpable.

- Te dije que no eres la culpable.

- Yo sé que sí.

Narra Martín

Necesitaba hablar con Yisley, pensaba que había hecho lo correcto al terminar con Lau, no podía dejar que se siguiera engañando, no podía dejar que nos siguiéramos engañando, mientras mi corazón latía por Yisley.

- Hola. - hablé cuando contestó mi llamada.

- Hola, Perdóname pero no se me hace correcto que hablemos, no quiero ocasionar problemas. - dijo un poco fría.

- Si hablas de Laura, terminé con ella.

- Ya lo sé, pero también sé que fue mi culpa.

- No, no fue tu culpa.

- No me trates de consolar ¿Quieres?

- No estoy intentando consolarte, si terminé con ella es porque ya no la amo.

- Soy la culpable de que ya no la ames, soy culpable de que ustedes hayan terminado su relación.

- No eres culpable de nada de eso, en el corazón no se manda. Si terminé con ella fue porque me enamoré de ti, y no podía permitir que se siguiera engañando.

- ¿Lo ves? Si fue culpa mía, si nunca me hubieras conocido ustedes dos seguirían juntos.

- ¿Acaso no te parece una preciosa casualidad que nos hayamos conocido? Mira, Yisley, me enamoré de ti, por favor, mi suerte la usé en encontrarte a ti.

- No cites esa canción, al menos no ahora. - dijo con su voz entrecortada - Cuando tomé el avión para venir a México no imaginé que todo esto fuera a pasar, yo solo quería conocer a Erika e ir con ella a su concierto, no imaginé que por mi culpa ustedes terminarían.

- Te digo que no fue tu culpa, las cosas ya no marchaban de la mejor manera entre nosotros.

- Pero si yo no hubiera aparecido, ustedes habrían podido hacer que su relación funcionara.

- ¿Crees que una relación se podía salvar cuando estaba rota? No se puede, tú solo llegaste e hiciste que mi corazón latiera como hace mucho no lo hacía.

- Vargas, ya no digas más, por favor.

- Me gusta como se escucha cuando sale de tus labios.

- Solo no digas nada más, por favor.

- Solamente escúchame.

- No quiero escucharte.

- Solo házlo, solo cierra tus ojos y escúchame.

- Bien.

- Jamás pienses que fue tu culpa, nada fue así, me enamoré de ti y solo quiero aprender a quererte, quiero que me dejes entrar a tu vida, quiero ser el que te acompañe en tus victorias y derrotas, quiero ser tu pañuelo de lágrimas, quiero ser el motivo de tus sonrisas, quiero ser tu compañero, mejor amigo y en algún momento tu novio, porque solo quiero que estés a mi lado. - suspiré - Yis, no imagino mi vida sin ti en ella, no me imagino mi vida sin que estés a mi lado, quiero que cuando algo ande mal solo tomemos nuestras manos y nos susurremos un "todo estará bien", me enamoré de ti y tus ojos, son los más preciosos que jamás haya visto. Tu ojo derecho, tiene dos colores; verde y color miel y se ve precioso, porque todo de ti lo es. Sé que probablemente sea muy rápido, pero Yisley de verdad te amo. - unas cuantas lágrimas rodaron por mis mejillas.

- Martín, yo no sé que decir. Además, eres la primer persona que nota que mi ojo tiene dos colores, nunca lo habían notado.

- Tus ojos quedaron grabados en mi memoria desde el día en que te vi, igual que tu sonrisa, conocerte fue la casualidad más bonita.

- No sé que decir.

- Solo déjame entrar en tu vida.

- Pero, ¿y Laura? ¿y el fandom?

- Por Laura no te preocupes y el fandom supongo que va a comprender.

- ¿Y si no?

- Ignoraremos cualquier comentario, solo quiero que seamos felices, juntos. - sonreí.

- Solo dame tiempo para pensar, por favor.

- Te esperaré el tiempo que sea necesario.

- Gracias.

- En un mes iremos a México.

- En dos semanas me regreso a Costa Rica.

Dijo eso y algo se rompió dentro de mí, anhelaba verla, pero para eso debía esperar.

Destino inciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora