43. Despedida

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Dos semanas después.
Costa Rica.

Martin.

Después de dos semanas era tiempo ya, de regresar a Bogotá a trabajar, otra vez, mi vuelo salía en la noche así que aún tenía un día y parte de la tarde para pasar con mi novia.
-Buenos días, mi niña hermosa - le di un beso en la mejilla

- Hola - dijo adormilada

- Ahora sí, te gané, para que no te quejes.

- rió - ¿Cómo podría quejarme de mi novio hermoso?

- me recosté junto de ella - Bueno, será porque hoy me tengo que ir

- Porfa no te vayas, quédate otra vez, quédate más de las doce - suplicó

- ¡Ey! Basta, no apliques tu lado enamorato aquí que no me podré resistir, pero tampoco me podré quedar

- Pero, no te vayas, te voy a extrañar mucho... Te amo

- Te amo más, pero si no me voy Pedro me regaña, y a ver dile algo a él

- Mmm, bueno, mejor si vete. Si le digo algo a él yo salgo regañada.
-reímos - Ya vamos a desayunar porque aún me faltan cosas por empacar y no quiero olvidar nada, esta vez, y tampoco llegar tarde

- De acuerdo - dijo en tono sarcástico

- ¿No me crees?

- Martin Vargas, claro que te creo, pero - alargo la "e" - solo que a veces no siempre te sale bien - sonrió -
- Ah, sí claro, ya vamos

[...]

México

Narra Juan Pablo Villamil

Hoy, Isaza y Simón vendrían al departamento para irnos a Colombia de regreso. Pero antes pasaríamos la tarde juntos, y de aquí nos iríamos al aeropuerto.

-¿Papo?

-¿Amor?

- No te vayas, ¿No te puedes quedar?

- Qué más quisiera, pero no - le di un beso en los labios

- Bueno, te amo.

- Yo más, y te voy a llamar diario para que no me extrañes

- Eso me convence más

Sonó el timbre del departamento.

-¿Vas o voy?

- Ve, yo voy a hacer otras cosas - me sonrió y se fue a la habitación

Fui a abrir la puerta, y efectivamente eran mis amigos y sus novias;
Nathmon e Isarrat

-¡Ese es mi pero! - me saludó Simón

- Hola Villa - seguido por Nath

- ¿Qué pasa papo? - está vez fue Isaza

- Hola - fue Monse

- ¿Qué hay? Pasen

Entraron y se sentaron en la sala

-¿Quieren algo de tomar? - les ofrecí

- No - respondieron al unísono

- No, papo gracias. Podemos esperar - agrego Simón

- ¿Y Erika? - preguntó Monse

- Fue a la habitación, seguro ahora viene. ¡Erika! - alargue la "a"

- Villamil, no grites - dijo Isaza y todos reían

- Bueno, pero ya viene, seguro

- Lo mismo dijiste.

- Hola chicos, ya llegué, estaba haciendo unas cosas pero el grito de papo me hizo venir - empezó a saludar

Destino inciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora