Narra Yisley
Abrí mis ojos lentamente, los rayos del sol se colaban por las cortinas.
Mi novio seguía durmiendo, su brazo rodeaba mi cintura. Besé su mejilla suavemente y me levanté con cuidado.
Peiné mi cabello y lo recogí en una cola baja. Fui a la cocina y saqué las cosas que necesitaba para preparar el desayuno, me decidí por unas arepas. Hice café y luego de unos quince minutos aproximadamente ya estaba todo listo.
Acomodé todo en la mesa y fui a mi habitación para ver si Martín ya había despertado.
— Buenos días, dormilón.
— Buenos días, madrugadora.
— Tampoco fue tanto, solo mm — toqué mi barbilla como si estuviese pensando a lo que él rió — media hora, nada más.
— Ven. — extendió su brazo y palmeó el lado donde estaba acostada hace unos minutos.
No lo pensé ni dos segundos y ya estaba acostada a su lado.
— Ahora sí, a seguir durmiendo.
— No podemos. — dije.
— ¿Por qué?
— Porque preparé el desayuno y sino se enfría.
— Aww, mi novia es la mejor.
— Te amo.
— Te amo más. — dejó un beso en mi cabeza — Nos quedaremos aquí cinco minutos más.
— Sólo cinco.
— No prometo nada.
— ¡Vargas!
— ¿Qué? Aún tengo sueño.
Me acercó más a él y besé sus labios delicadamente. Terminé por acurrucarme en su pecho, cerré mis ojos y escuché los latidos tranquilos de su corazón, ese sonido me da paz, él me da paz.
[…]
Sentí que se empezó a mover, abrí los ojos y ahora hacía más sol que hace un rato. Observé el reloj que estaba en el buró a un lado de mi cama y eran las doce.
¡Eran sólo cinco minutos!
— Creo que se nos hizo tarde. — dijo con una sonrisa.
— Amor, dijimos que sólo cinco minutos.
— Ah, es que fueron cinco minutos eternos. — ambos reímos.
- Y si que lo fueron, anda, levántate.
— ¿A dónde iremos?
— ¿Quieres que vayamos al museo?
— Por supuesto que sí, contigo a dónde sea.
— Te amo, y mucho. — aclaré.
— Yo más. — se acercó y dejó un suave beso en mis labios.
— Ahora sí, vamos.
Nos levantamos y arreglamos la cama.
— Se enfrió. — dije riendo.
— Así es.
— Ya es hora de almuerzo.
— Es cierto.
— Iremos a almorzar fuera.
— Perfecto.
Nos bañamos y nos alistamos. Fuimos a almorzar y luego al museo nacional.
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Destino incierto
Random¿Se han preguntado cómo sería tener una relación amorosa con tu ídolo? Bueno, en esta historia tendrás la respuesta. Sin embargo, no empezarán de la mejor manera, por ello tendrán un DESTINO INCIERTO Y como no siempre tu mejor amiga o amigo comprend...